Contundente, el entrenador de Boca Juniors, Guillermo Barros Schelotto, enfatizó este miércoles que está "en contra de todo tipo de violencia", y que se debe "una charla" con el futbolista Ricardo Centurión, denunciado por su pareja por violencia de género.
"Hablamos algo hoy con Ricardo, nos debemos una charla más prolongada para más adelante. Es lo único que puedo decir sobre el tema por ahora", respondió Barros Schelotto cuando fue consultado sobre el tema en la conferencia de prensa tras el entrenamiento.
Centurión se presentó a entrenar en el predio Pedro Pompilio, y se ha dejado trascender que el nuevo episodio que lo involucra, que no es el primero, ha determinado a la conducción a no hacer uso de la opción por la transferencia definitiva del jugador, después de junio.
En la sala de prensa, Guillermo, hábil declarante, fue tan cuidadoso como contundente. "Hay temas -dijo- que tienen que ver claramente con mi responsabilidad, que es en los entrenamientos, en la concentración, en los partidos.
En ese sentido, el plantel se ha portado muy bien", aunque admitió que hubo "algunos problemas que no debieran suceder y han sucedido". Ante ello resaltó: "en la parte humana tratamos de acompañar. Por naturaleza uno está en contra de todo hecho de violencia".
Hubo otros hechos conflictivos, cuando chocó su lujoso auto tras una noche de fiesta y cuando participó de una pelea en Villa Corina, Avellaneda, junto a su primo.
Mientras Centurión trabajaba en La Boca, su abogado Mariano Cúneo Libarona dijo por TV que fue "un hecho muy menor, una discusión que no pasó a mayores".
"No hubo ningún tipo de agresiones ni de golpes ni de cosas por el estilo", sostuvo el letrado penalista y agregó: "Centurión está a full con Boca".
La afirmación de Cúneo es un claro intento de disipar las nubes que se ciernen sobre la continuidad del jugador en la ribera. La misma línea transitó el representante del futbolista, Junior Mazzoni, quien aseguró que Centurión le aseguró que "no hubo violencia".