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El destino quiso que Gimnasia se pusiera en el camino de Guillermo Barros Schelotto, y de su hermano y ayudante de campo, Gustavo. Justo el Lobo, el club del que son hinchas y donde dieron sus primeros pasos como futbolistas. Este miércoles, en el Bosque, los Mellizos saldrán a la cancha seguramente con emociones encontradas por enfrentarse al club que tanto quieren, pero con la misión de ganarle para asegurar nada menos que un nuevo campeonato. Guillermo debutó en el Lobo en 1991, y tres años más tarde se dio el gusto de ganar la Copa Centenario, que todavía hoy sigue siendo el único título oficial del club. Estuvo en Gimnasia seis años, mostrando en cada partido todo su talento como delantero. Boca se fijó en él. Y en agosto de 1997 se concretó su llegada al club de la Ribera, donde en poco tiempo se convertiría en ídolo. Pero siempre mostró su amor a Gimnasia, a la ciudad que lo vio crecer y al club, en el que su padre llegó a ser presidente. Tras muchos éxitos con la azul y oro, Guillermo se fue al fútbol de Estados Unidos, pero decidió volver en el tramo final de su carrera para darle una mano al Lobo, que en 2011 estaba peleando el descenso. Su aporte, de todos modos, no alcanzó, y el Lobo terminó perdiendo la categoría. Como dato a tener en cuenta, en el último partido de ese torneo, Guillermo enfrentó a Boca y le hizo un gol: el encuentro terminó 2 a 2. El escenario fue el Bosque platense, el mismo donde esta noche se definirá el título. El técnico, Hernán Darío Ortiz, el mismo DT interino que dirige a Gimnasia hoy. Muchas coincidencias. Grandes recuerdos. Y seguramente, muchas emociones.
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