La Liga de las Naciones le está dando a las selecciones nacionales de Europa una bienvenida oportunidad de tener un poco de acción competitiva. Algo similar le sucedió a Sudamérica en 1996, cuando se introdujo el actual formato maratónico para la clasificación al Mundial.
Hasta ese momento, los diez equipos del continente se dividían en dos grupos. El proceso era rápido, y había instancias en las que los equipos – en especial los que no pasaban el corte –pasaban lapsos interminables esperando algún partido competitivo.
A partir de 1996, eso no sucedió más. En su lugar, pasaron a tener 18 partidos de ronda altamente demandantes. Y con un calendario establecido e ingresos garantizados, los países pudieron empelar a buenos entrenadores y mantener al equipo unido.
Los beneficios son evidentes; Uruguay ha regresado a la mesa principal de la competencia – algo que hasta 1996 había sido considerado imposible. Ecuador clasificó para la Copa del Mundo por primera vez en 2002, y llegó a la segunda ronda cuatro años después. Paraguay hizo su debut en los cuartos de final en 2010, así como Colombia lo hizo en 2014 – los dos torneos que fueron los mejores en la historia de Chile, con la excepción de 1962, año en el que fueron anfitriones.
Venezuela, el único país sudamericano que nunca llegó al Mundial, está demostrando que dará pelea por un lugar en Catar 2022. Se está armando con los jugadores que llegaron a la final del Mundial Juvenil del año pasado, y el empate 1-1 del viernes de visitantes ante Japón fue un gran signo de madurez – un mes antes, Uruguay había sido superado por los mismos oponentes.
El mejor resultado de la ronda de partidos de jueves y viernes, sin embargo, fue el de Ecuador, que viajó a Lima y el dio una paliza a Perú superándolo por 2-0. Esto fue más de lo que Hernán Darío Gómez hubiese esperado en estas instancias, pero fue la primera vez que pudo contar con el hombre de Manchester United, Luis Antonio Valencia, quien abrió el marcador tan pronto como comenzó el segundo tiempo. El otro gol fue obra del hombre del partido, el ex delantero de la Premier League, Enner Valencia.
Gómez debería sentirse muy conforme con la defensa que planteó su equipo – el entrenador de Perú, Ricardo Gareca, comentó más tarde que de todos los partidos que su equipo había disputado recientemente, este había sido el encuentro en el que les fue más difícil poder crear chances. Y una vez que Ecuador pudo romper la defensa peruana, los desarmó en el contrataque.
La siguiente ronda de partidos de clasificación de cara a la Copa del Mundo será dentro de un año – y todo indicaría que podrían ser los choques más competitivos de todos los tiempos. La última vez, Argentina se encontró hundiéndose en arenas movedizas y sin las hazañas de Lionel Messi sin dudas no hubiese llegado a Rusia. El futuro de Messi con la selección argentina es incierto, y la realidad es que él no se ha puesto la camiseta argentina desde que terminó el Mundial. ¿Cómo es que se las han estado arreglando sin él?
La respuesta es que, al jefe interino, ex lateral derecho de West Ham Lionel Scaloni, no le estaría yendo nada mal. Su equipo sufrió una derrota de último momento ante Brasil el mes pasado y terminó con un empate ante Colombia. Pero han ganado los otros tres partidos que jugaron, entre ellos el triunfo del viernes por 2-0 ante México.
El gol concedido contra Brasil fue el único que permitieron con Scaloni – un signo básico de competencia que no estaba presente bajo el mando de Jorge Sampaoli, su predecesor altamente calificado que resultó terminar con un reinado caótico.
Los logros iniciales de Scaloni son aún más impresionantes cuando tenemos en cuenta el poco tiempo que tuvo para trabajar con sus jugadores y el alcance de la reconstrucción de equipo que está llevando a cabo. Hemos visto un total de 15 debuts en los cinco partidos que jugaron, uno de los últimos fue la gran performance del del defensor central de Tottenham, Juan Foyth, el viernes. Uno de los primeros, Renzo Saravia, ha sido especialmente sorprendente en la posición de lateral derecho, y promete ser una solución a un problema de larga data para el equipo.
Scaloni también ha podido variar un poco la formación, cambiando de un fondo de cuatro a uno de tres. Y con Leandro Paredes dictando las jugadas desde el mediocampo y Giovani Lo Celso enlazando bien con los delanteros, el juego del equipo ha fluido de manera placentera.
Las cosas han estado funcionando de maravillas y muchos han estado pidiendo que Scaloni se haga cargo del puesto de manera permanente. Paulo Dybala fue uno de los que apoyó esta moción después del partido del viernes. Originariamente, Scaloni iba a ser un recurso provisional hasta que lograran incorporar algún entrenador experimentado y de alto perfil. Puede que ese siga siendo el plan, pero no hay dudas de que la posición de Scaloni está mucho más fuerte que hace un mes.
Otra victoria contra México el martes podría fortalecer su situación aún más. Los dioses del fútbol le estaban sonriendo el viernes. Antes de que Argentina se acomodara en Córdoba, Raúl Jiménez desperdició dos claras chances de poner a México en la posición delantera en los dos primeros minutos. Ahora los dos escuadrones se encontrarán en Mendoza, la región vinícola de Argentina. "In vino veritas", dice el viejo refrán – en el vino se encuentra la verdad. Quizá el martes por la noche en Mendoza podremos ver con más claridad las chances de Scaloni de liderar al equipo argentino hacia 2019 – y tal vez hacia la próxima ronda de clasificación de cara a la próxima Copa del Mundo.