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Suiza, que solo había ganado en uno de los ocho partidos precedentes a España desde 1966, dio el golpe y ganó en Zaragoza a la selección de Luis Enrique, impotente ante la excelente organización helvética y superada por la presión desde que a los 21 minutos Akanji logró el 0-1. La goleada de Portugal en Praga provocará que el martes la Roja deba ganar en Braga al combinado de Cristiano Ronaldo, al que le bastaría con un empate para clasificarse para la final four que se disputará en junio de 2023. España comenzó el partido con buen ánimo, buenas sensaciones y un cierto mando que daba a pensar que sería cuestión de tiempo que trasladase al marcador su dominio, pero en cuanto Akanji le ganó el salto a Azpilicueta tras un corner y remató de cabeza a la red de Unai Simón, a los 21 minutos, los nervios se apoderaron del equipo hispano. Muy ordenada en defensa, moviendo el balón al ritmo impuesto por el veterano Shaqiri y peligrosa en ataque con la potencia de Embolo, Suiza se bastó para desordenar a una España en la que Luis Enrique sorprendió reforzando el centro del campo con Asensio actuando de mediapunta y teórico socio de Pedri, un invento que no funcionó y abocó a un desorden evidente. Dominó España a base de coraje y entrega, pero lejos de combinar como debería no puso en excesivos problemas al solvente Sommer, que se marchó al descanso con poco trabajo y casi lamentando que Shaqiri tuviera en sus botas, en el último suspiro, una ocasión magnífica para lograr el 0-2 que evitó Unai. ESPEJISMO Reapareció enrabietada la selección española tras el descanso. Tras no rematar a puerta en toda la primera mitad redobló esfuerzos, abrió más el juego hacia las bandas y comenzó a sentir la presión el equipo suizo. Destacó Ferran en dos jugadas y acertó finalmente Jordi Alba, rematando cruzado una asistencia de Marco Asensio para igualar y provocar la euforia de una hinchada que ya suspiraba con la remontada... Sin sospechar que apenas tres minutos después y a la salida de otro corner, maldito, Embolo remacharía entre un mar de piernas después de tocar con la cabeza Akanji. El golpe, durísimo, en la moral para los españoles provocó que Suiza estuviera cerca de anotar el 1-3 y que Luis Enrique reaccionase dando entrada a Yeremi Pino, Borja Iglesias y Nico Williams (debutantes los dos últimos) para dar más empuje al ataque. Y que a partir de ahí, más con la entrada posterior de Carlos Soler y Marcos Llorente, convirtiera la recta final en un asedio constante a la meta de Sommer, que respondió con brillantez bajo los palos. Y al final la decepción. Suiza conquistó la primera victoria de su historia en suelo español y combinada la derrota con la goleada (0-4) de Portugal en Chequia provocará que el martes a España solo le sirva la victoria en tierras lusas para volver a la final four de la Liga de Naciones.
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