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Se acomodó la Champions y respira Mourinho

BUENOS AIRES -- Después de tres jornadas con sorpresas e incertidumbre, la cuarta fue la vencida en la fase de grupos de la UEFA Champions League: en prácticamente todos los grupos se acomodó la tabla y entraron en zona de clasificación los equipos que a priori eran candidatos.

Y una vez más, los ingleses fueron protagonistas, con un equipo clasificado (Manchester City), otro que volvió a quedar muy complicado (Arsenal), un tercero que sigue sumando pero que aún no tiene nada asegurado (Manchester United) y, por último, el que le dio un poco de aire a un técnico histórico que llegaba en la cuerda floja (Chelsea).

Antes de hablar de Mourinho y de lo que creo son cuestionamientos exagerados e inmerecidos, repasemos cómo quedaron las cosas a falta de dos partidos, es decir, con seis puntos en juego. Por ahora son tres los clasificados: uno totalmente lógico, otro un poco inesperado y un tercero que tiene un poco de cada cosa.

El lógico es el Real Madrid, que además va rumbo a quedarse con el primer puesto tras sacar ventaja en el duelo directo con el París Saint Germain, que seguramente lo acompañe en la otra plaza. Una vez más, como en el empate en cero en París, PSG se arrepentirá de las ocasiones que desperdició, porque no mereció perder.

Sus cuatro zurdos, entre los que se lució Di María, complicaron al mediocampo del Real Madrid, que sigue pagando por jugar con su esquema 4-3-3 que también puede ser 4-5-1, pensado para atacar pero no tan sólido a la hora de recuperar. Sus mediocampistas tienen mentalidad ofensiva y les sigue faltando el apoyo de alguno de los marcadores de punta para evitar que, como muchas veces lo hizo el PSG, la superioridad numérica les permita ganarle la espalda a los volantes blancos.

El clasificado inesperado es el Zenit, que aprovechó haber caído en uno de los grupos sin grandes nombres y se ganó muy merecidamente su lugar, ya que es el único de los 32 equipos con puntaje perfecto. La segunda plaza parecía inclinarse para el lado de Valencia, pero al perder ante el Gent dejó abierta la carrera al menos una fecha más.

Y el tercero es el impredecible Manchester City. Impredecible porque, si uno se guiara por la riqueza de su plantel, debería ser gran candidato. Pero la historia le juega en contra, más teniendo en cuenta que arrancó de la peor manera, cayendo en casa ante la Juventus.

Sin embargo, el City se recuperó con tres victorias consecutivas, y eso que no tenían a su hombre más peligroso, Sergio Agüero. Pero esa seguidilla, que incluyó dos triunfos ante Sevilla, los llevó al primer lugar del grupo. Al menos de manera provisoria, ya que le queda otro cruce con la Juve que debería dejar todo definido.

Ahora se verá cómo maneja Pellegrini distintos frentes al mismo tiempo, ya que también lidera la Premier League. Plantel tiene de sobra...

Los vecinos de Manchester United siguen en carrera pero sin que les sobre nada. Ganaron y son primeros, pero en el grupo más parejo de todos y en el que no está nada dicho. Cuidado que tanto el PSV como el Wolfsburgo le pueden hacer tomar un trago amargo.

El que volvió a quedar al borde de la eliminación es Arsenal, goleado por Bayern Munich. Su chance quedó reducida a ganarle al Dinamo Zagreb (contra el que ya perdió) y que los alemanes le ganen al Olympiakos (contra el que cayó en Londres), para así ir a Grecia a ganar para clasificar. Suena complicado, pero la esperanza es lo último que se pierde.

Barcelona sigue ganando como para no extrañar a Messi y prácticamente selló su lugar. Lo mismo parecen haber hecho el Porto y el Benfica, así como también el Atlético Madrid y la Roma, aunque a estos últimos les está costando más de lo esperado.

Lo que eso significa es que habrá varios clasificados en segundo lugar de esos a los que los primeros prefieren evitar. París Saint Germain y Roma seguramente estén en ese lote, pero cuidado que en otros grupos los nombres son igual de peligrosos: Benfica o Atlético Madrid, Juventus o Manchester City, Porto o Chelsea.

Y ya que llegamos a los Blues de Londres, hablemos de Mourinho, que finalmente revirtió la tendencia de esta temporada en la que se le escapaban partidos increíbles. Estuvo cerca de volver a pasar cuando el Dynamo Kiev le empató faltando menos de un cuarto de hora, pero un golazo de tiro libre de Willian le dio una victoria tan merecida como oportuna.

Lo que venía pasando con Mourinho en las últimas semanas me daba la sensación de ser un ataque desmedido y hasta con un placer perverso de ver al DT portugués en la cuerda floja. Puede que no atraiga simpatías por su manera de ser, pero hay que ser capaz de separar al personaje del profesional.

Y en este terreno lo de Mou es inobjetable. Es un técnico que ganó todo en cada lugar en el que estuvo: Portugal, Inglaterra, Italia y España. También es cierto que este año no tuvo un buen arranque y que le está costando encontrar el rumbo, pero no parece ser suficiente para crucificarlo.

La mejor prueba de apoyo la tuvo de parte de los hinchas, que lo ovacionaron y le reconocieron su capacidad para sacar al equipo adelante. Convengamos también que no existe el entrenador que no haya tenido problemas internos alguna vez. En ninguna familia todo es color de rosa y un club de elite no es la excepción. Pero Mourinho tiene todo para resolver lo que tenga que enfrentar: carácter y personalidad, una clara idea de lo que quiere tácticamente y, a la vez, llegada a los jugadores.

Es un triunfador y eso siempre es un as en la manga. Por eso es que me alegra ver que, finalmente, los resultados se le empiezan a dar. Está en carrera por el primer puesto del grupo en la Champions, que es su gran cuenta pendiente con el Chelsea, y si consigue ganarla, estos malos momentos pasarán por completo al olvido. Felicidades.