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MADRID -- El encuentro en que el Manchester United y el Real Madrid pelearán por el primer título de la temporada, la Supercopa de Europa, tendrá los focos puestos en Gareth Bale. Y es que José Mourinho ha empezado a disputar la Supercopa de Europa con 24 horas de antelación. Fiel a su estampa, lo ha hecho vertiendo “gasolina” sobre las especulaciones en torno al futuro del atacante galés que circulan en la capital española desde hace semanas. Después de perderse media temporada 2016-17 debido a las lesiones, Gareth Bale inició el verano con el gran reto de dar un paso hacia delante en su intermitente carrera como merengue, consolidándose como un jugador decisivo para Zidane. Pero su deslucida pretemporada reavivó las dudas en la capital española y se le ha empezado a señalar como la pieza ‘sacrificable’ en el ataque merengue para abrirle un hueco a Kylian Mbappé. Y Mourinho no desaprovechó la oportunidad para incrementar la carga de presión del jugador. Desde hace varias temporadas se habla de cierto interés del Manchester United en fichar al galés y no es ningún secreto que el técnico José Mourinho ha puesto los ojos en él. Pero ha esperado justo a la víspera de un encuentro de suma importancia en que lo tendrá de rival para admitirlo públicamente. “Si juega mañana no me lo planteo (fichar a Gareth Bale). Si juega es porque está en los planes del entrenador y del club y porque en sus propios planes está continuar en el Real Madrid”, dijo Mourinho en la rueda de prensa celebrada este lunes en el estadio Filip II Arena de Skopje, Macedonia. “Si es verdad que para la entrada de otro jugador, Gareth está en la puerta de salida… Intentaré esperarlo. Pero si mañana juega, es evidente que va a continuar”, agregó. Mourinho, con hasta cinco bajas sensibles en su equipo, está consciente de su desventaja al medirse al equipo más fuerte posible de Zinedine Zidane. El mismo equipo titular que conquistó la Champions League en mayo pasado, con el único cambio de Marco Asensio por Cristiano Ronaldo, que si bien ha viajado con el resto del equipo merengue a Macedonia, no está listo para jugar de inicio después de solo dos días de entrenamiento con el resto del grupo tras las vacaciones. Sin el ‘7’ en el horizonte, la responsabilidad del ataque merengue recae, una vez más, en Karim Benzema y Gareth Bale. Para Zidane, es un buen momento para que el galés vuelva a tener confianza y continuidad después de una temporada “que no ha sido fácil para él”. “Lo importante es que el jugador está bien. Ha tenido mucha continuidad entrenando con nosotros. Al final de temporada no ha sido fácil para él; tuvo cuatro meses fuera del equipo y ahora lo veo bien. Metido en lo que hace, entrena… Lo que me interesa es lo que vamos a hacer nosotros mañana, no lo que dijo el entrenador”, dijo Zidane. No obstante, Bale, al igual que Benzema, llega en entredicho debido a su sequía goleadora y el gris desempeño durante la gira de pretemporada y, por tanto, con una carga extra de presión. Sobre todo, después de que Mourinho, con sus palabras, esencialmente le pidiera una declaración de intenciones con respecto a su futuro. Zidane, que no ha querido caer en el juego mental de su rival para sacar ventaja del partido, solo puede esperar que sus jugadores tampoco muerdan el anzuelo y salgan a la cancha a cumplir con el objetivo de dar el primer paso hacia el codiciado ‘sextete’. “Él va a hacer su equipo mañana y yo el mío. Es normal. Si puedes echar un poco de gasolina, lo haces, pero no va a cambiar nada. Estamos concentrados y es lo más importante”, señaló el técnico francés.
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