BARCELONA -- Campeón de Liga griego las últimas siete temporadas de forma consecutiva, el todopoderoso Olympiacos se presenta este martes en el Camp Nou atrapado en las dudas.
Su estreno frente al Barça llega en un momento indeterminado, descabalgado de los primeros puestos del campeonato heleno y necesitado de resurgir en Europa, donde cuenta sus partidos por derrotas.
El Barça de Valverde y el Olympiacos de Lemonis personalizan dos realidades absolutamente distintas en un comienzo de temporada que ha disparado la confianza en Barcelona y alarma en El Pireo.
El entrenador griego, que sucedió precisamente al español en el banquillo rojiblanco, atraviesa su peor momento y una tercera derrota consecutiva en la Champions no solo dejaría poco menos que eliminado al equipo sino, peor aún, podría provocar su destitución en el banquillo.
Para el equipo azulgrana, que se dejó en Madrid la posibilidad de igualar el récord de victorias consecutivas en un inicio de Liga pero, a la vez, evidenció una personalidad futbolística muy definida, el duelo de este martes tiene un indiscutible sabor a clasificación.
Después de haber aplastado en el estreno a la Juventus y haber impuesto sus galones en Lisboa frente al Sporting en las dos primeras jornadas, el Barça alcanza el ecuador de la fase de grupos no solo como favorito indiscutible, sino con la opción de dejar virtualmente sentenciado su pase a los octavos de final.
La trascendencia del partido, de esta forma, provocará que Ernesto Valverde mantenga inalterable su confianza en los jugadores que se están destacando como indiscutibles en este comienzo de curso, apenas dejando para la duda la presencia de Iniesta en el once o el sustituto del lesionado Dembélé.
El Barcelona ha comenzado la temporada a todo ritmo, apagando la alarma que amenazó con encenderse tras la derrota frente al Real Madrid en la Supercopa de España para ganar nueve de los diez encuentros disputados desde entonces y, por encima de todo, mostrar una personalidad muy definida sobre el terreno de juego, donde a la solidez y liderazgo de Leo Messi acompaña un juego coral que llegó a echarse de menos en los últimos tiempos de Luis Enrique.
Derrotar al Olympiacos acercaría a los azulgranas a los octavos de final de la Champions en este comienzo de maratón futbolístico que comenzó en el Metropolitano y les llevará a jugar 7 partidos en 22 días, hasta recibir al Sevilla en el Camp Nou el cinco de noviembre antes del nuevo parón por selecciones.
Para entonces el Barça quiere en 11 jornadas de Liga dar un estirón, tener sentenciado su clasificación en la Champions y haber dado el primer paso ante el Murcia en la Copa del Rey. Este miércoles tiene la primera misión continental.