BARCELONA -- Se acerca el mes de noviembre y, con ello, el tiempo de especular o, directamente apostar por quién será esta vez el ganador. Del FIFA World Player, del Balón de Oro... De los premios. Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, otra vez, enfrentados cara a cara, y con el barcelonismo, no podría entenderse de otra manera, al lado del crack argentino.
“No me importan los Balones de Oro, de Plata o de Bronce”, solventó, con simpleza, Ernesto Valverde cuando se le preguntó por el asunto en la sala de prensa de la Ciudad deportiva del Barcelona, desde donde lanzó un discurso que no dejó lugar a la duda.
“Todos sabemos quién es el mejor del mundo. Darle o no un trofeo en ese sentido es algo que no me preocupa demasiado”, afirmó el entrenador azulgrana entre sonrisas y quitándole trascendencia a un tema que intenta driblar con la mejor cara, por más que no oculte su pesadez.
¿Cristiano enfrentado a Messi? ¿Los títulos del Real Madrid le dan ventaja en la carrera? “No me fijo en otros jugadores ni en otras circunstancias. Yo sé quién es el mejor”, cerró Valverde, quien sumó su discurso al que minutos antes ya había expresado Paulinho, compañero de Neymar en la selección brasileña pero “rendido” a la magia de Messi en el Barça.
“Jugar a su lado es especial... Es un privilegio correr para él”, sentenció Paulinho, destacando una “felicidad completa” por haber llegado a un club como el Barça que consideró su mejor decisión.
“Leo me ayuda mucho en mi adaptación; el recibimiento que me ha dispensado ha sido increíble y lo que yo trato es de hacerlo todo lo mejor posible para ayudar a mis compañeros, con él al frente”, explicó el mediocampista brasileño, quien no pudo evitar la comparación con Neymar.
“Es una buena pregunta... Tengo el privilegio de jugar para los dos y son diferentes”, convino Paulinho, explicando que ambos “tienen una tremenda calidad y mucha capacidad para hacer gol y ahora me toca ayudar a Messi a ser el mejor del mundo”.
¿Quién es el número uno en su opinión? No lo dijo de manera directa... Pero se le entendió en su última respuesta: “Quizás en tres o cuatro años Neymar puede ser el mejor jugador del mundo”. De momento ese privilegio se mantiene en poder de Messi.