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MADRID -- Atlético de Madrid necesitó una terapéutica visita a su viejo hogar, el Vicente Calderón, para preparar el encuentro del martes frente al Qarabag de Kazajistán. La inusual elección del escenario no tuvo mayor explicación que una cuestión “logística” pues el rival, Qarabag, entrenaría casi a la misma hora en el Wanda Metropolitano. El Atlético, no obstante, entrena en la Ciudad Deportiva en la víspera de los encuentros europeos en Madrid desde la campaña pasada. Los colchoneros tan apegados a sus ritos y costumbres, súbitamente tomaron una nueva dirección. “Tenemos un cuerpo técnico que puede elegir y entendimos que el lugar idóneo para entrenar el día de hoy (lunes) era el Vicente Calderón”, dijo Diego Simeone, sin dar mayor explicación, en rueda de prensa celebrada --esta sí-- en el escenario donde se disputará el encuentro y que el Atlético no ha terminado de reclamar como casa del todo y que, en su incipiente historia ha dejado memorias más amargas que felices. Así que, por “decisión técnica” o mera “logística”, hasta allá fueron, a orillas del río, para preparar un encuentro que, en cualquier otra circunstancia, pasaría como un mero trámite para un equipo que se asume de elite. A ver si con algo de suerte logran extrapolarlos a su precario presente. “Siempre es bonito volver al Calderón. Ha sido más por logística que por otra cosa. Esperemos llenar este Wanda de momentos únicos. El Calderón se ha forjado de momentos buenos y no tan buenos y para llenar el Wanda de cariño hace falta vivir momentos buenos, esperamos que mañana sea uno”, señaló Gabi, capitán del conjunto rojiblanco. Hace más de cinco meses que el Vicente Calderón cerró sus puertas después de medio siglo de fungir como casa del Atlético de Madrid. Hubo una fastuosa despedida para rojiblancos; nostálgicos, pero también con grandes esperanzas depositadas en el futuro; en que tras la mudanza al moderno Wanda Metropolitano, un estadio a la altura de un equipo de la elite, el equipo mantendría su status como ‘grande’ de Europa. En que podrían hacer de su nuevo hogar un “fuerte impenetrable” como fue el antiguo. Pero la esperanza murió en el primer partido europeo disputado en la nueva casa. La derrota por 1-2 frente al Chelsea en la segunda Jornada de Champions League puso fin a la racha de los colchoneros de once partidos invictos en casa en la competición europea. En sus últimos 36 partidos de competición europea en el Vicente Calderón, el Atlético de Madrid sólo sufrió dos derrotas y firmó 30 victorias. Las victorias en Liga sobre Málaga (1-0) y Sevilla (2-0) en sus primeros encuentros en el Wanda Metropolitano auguraban un inicio de ensueño para el capítulo que se empezaba a escribir en la historia rojiblanca. Pero el Atlético de Madrid no ha vuelto a ganar como local desde entonces. A la derrota ante el Chelsea han seguido dos empates 1-1 en Liga, ante el Barcelona y el Villarreal; ambos con sabor a derrota tras adelantarse en el primer tiempo tan sólo para ceder el empate en los minutos finales. El Atlético “cree” que puede dar la vuelta a su situación El Atlético tiene como mantra ese “nunca dejes de creer” que hoy, en lugar de mosaico gigante para ocasiones especiales en el viejo Calderón, llega en forma de un frío letrero en luces de neón al interior de la tienda oficial en el Metropolitano. Alejado del campo y de la grada. Y hoy, más que nunca, el Atlético necesita “seguir creyendo” en que puede revertir la precaria situación en la que se encuentra y que empieza a acarrearle duras críticas de todos los sectores de su afición. “El equipo entiende las críticas. Es verdad que últimamente nos ha costado mantener los resultados. El equipo nunca deja de creer en su trabajo y sería un error dejar de trabajar como lo hemos hecho. Es una oportunidad para sacar un buen resultado y cambiar esas críticas por algo positivo”. Y es que el Atlético se ha quedado sin crédito en Europa. Después de tres fechas disputadas en la Champions League, el cuadro rojiblanco no ha ganado un solo partido; suma dos empates, ante la Roma y Qarabag y una derrota ante el Chelsea que lo han dejado como tercero en la clasificación del Grupo C con dos unidades, a cinco del líder Chelsea. Tan precario el momento, que el equipo que ha llegado a dos finales en los últimos cuatro años está obligado a vencer a un debutante en la fase de grupos de Champions League para seguir con opciones de avanzar a la ronda de octavos de final. Un debutante que sólo ha cosechado un punto en sus tres encuentros. Contra el Atlético de Madrid. “Sabemos la responsabilidad que tenemos mañana; no tenemos margen de error, pero hemos jugado partidos mucho más importantes. Lo menos que debemos tener es ansiedad”, dijo Gabi.
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