BARCELONA -- Cuando en diciembre el sorteo de los octavos de final emparejó al Real Madrid con el PSG pareció que toda la Champions se resumía en ese duelo capital, pero a su vera alumbró un duelo con sabor a Clásico. El reencuentro, seis años después, entre Barcelona y Chelsea, que iniciarán este martes en Stamford Bridge su nuevo asalto.
Acude herido el Chelsea de Antonio Conte, sin posibilidad ninguna de defender el título de Liga que logró el pasado curso y con el entrenador italiano contestado como no podía imaginar hace medio año… Aunque ese sea una constante que disfruta/sufre el equipo Blue en los últimos tiempos.
Al otro lado se presenta el Barça de Valverde, en el partido capital de la temporada europea y en el momento menos alegre de la campaña. Líder destacado y favorito único en la Liga, el equipo azulgrana ofrece menos consistencia de la esperada. Así se explica tanto el doble empate consecutivo como la sufrida victoria en Eibar, a la que Valverde le dio todo el valor mucho más allá del juego ofrecido.
El Barcelona regresa a las eliminatorias continentales con la intención de no repetir los desastres del pasado ejercicio, cuando fue aplastado en París y arrasado en Turín. De hecho, el Barça cuenta por derrotas sus tres últimos partidos como visitante en eliminatoria de Champions, siendo precisamente su última victoria en Londres, en los octavos de final de la temporada 2015-16 cuando venció (0-2) al Arsenal en el Emirates.
Mucho han cambiado en estos dos años las cosas en el Camp Nou. De aquel 23 de febrero de 2016 ya no permanecen en la plantilla Dani Alves, Mascherano y Neymar, titulares entonces con Luis Enrique y que no están en el grupo de Valverde.
El objetivo de reconquistar un título aparcado desde 2015 y que ganó los dos últimos ejercicios el Real Madrid es capital en el Barça. Lo sabe el entrenador y lo persiguen sus hombres, con Messi al frente para encarar el Mundial de Rusia con la máxima ambición.
Para el Chelsea la situación tampoco se dibuja tan diferente. Campeón en 2012, después de eliminar al Barça en las semifinales del torneo, en Stamford Bridge se persigue una estabilidad casi olvidada. Y es que buscando trasladar su gloria de la Premier a la Champions, cada año posterior al título local le sigue una crisis bestial.
Así cayó Ancelotti y cayó también Mourinho. Y si Antonio Conte quiere huir de esa costumbre nada mejor que eliminar al Barça de Messi, principal amenaza en Stamford Bridge aunque la historia indique lo contrario.