Fútbol Americano
Jordi Blanco | ESPN Digital 6y

Willian, el invitado sorpresa en el Chelsea vs Barça

Autor de dos goles en el aplastamiento con que castigó el Chelsea al Hull en el partido de FA Cup, Willian Borges da Silva participó los 90 minutos el último viernes para convertirse, en todas las apuestas, en suplente de cara al choque frente al Barça. Pero Antonio Conte, en su sorprendente apuesta, le puso en el once inicial. Y acabó por ser la peor pesadilla para el equipo de Valverde.

Rápido y eléctrico, el futbolista brasileño se convirtió en el socio ideal de Hazard, con quien combinó con prestancia, pero se llevó todos los focos al buscar con excelsos disparos la portería de Ter Stegen.

Marcó al tercer intento, aprovechando cierto despiste de la defensa del Barça en un pase retrasado del belga que no desaprovechó con un remate raso y muy ajustado al que no pudo responder el meta del Barcelona. Pero antes y después se destacó como el arma más mortífera de un Chelsea que se estiraba y encogía a partir de su trabajo incansable.

Willian fue poco menos que una pesadilla de principio a fin para el Barça, con dos disparos al palo y uno a la red. Pero, también, con una actuación sensacional con la que demostró el acierto de su entrenador.

Después de todo lo escrito e insinuado alrededor de Morata, solventó Antonio Conte no contar con él ni con Giroud, sorprendiendo su esquema a un Barça al que le costó mucho responder. Y en ese esquema destacó tanto el trabajo de Willian como el de Pedro, quienes ayudaron a Moses y Marcos Alonso por las bandas para aburrir a Sergi Roberto y Jordi Alba, cuya prestancia ofensiva fue prácticamente invisible.

Frenado en el campo del Espanyol, aburrido por el Getafe y salvado sin estridencias en Eibar, el Barcelona no disfruta de su momento de juego más feliz. Le cuesta mandar y le ocupa mucho, muchísimo, hacerse respetar en el campo y esta circunstancia destacó igualmente en Stamford Bridge, donde su dominio no desembocó en ninguna brillantez.

Se salvó casi de milagro el equipo de Valverde gracias a que Messi acabó su gafe ante el Chelsea gracias a un pase mágico de Iniesta, pero no pareció el Barça, en un momento vital del curso, el de sus mejores noches.

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