MADRID -- James quiere ‘su’ tercer título de Champions. Y jugar su primera final a costa del Real Madrid.
James Rodríguez llegó al Bayern Munich el verano pasado con dos títulos de Campeón de Europa bajo el brazo, pero con la amargura de no haber jugado una final.
En 2015-16, James Rodríguez vio desde la banca coronarse al Real Madrid tras vencer al Atlético de Madrid en la tanda de penales en Milán. A la temporada siguiente, en Cardiff, lo vio vencer a la Juventus por 4-1 para cosechar su segundo título consecutivo.
Fue el último de los desaires de Zinedine Zidane. Un mes después fue enviado “a préstamo” al Bayern Munich hasta 2019, a razón de casi 7 millones de euros al año, y con una opción de compra de 42 millones.
Quedarse sin oportunidad de brillar en las citas grandes de competición europea con el Real Madrid es, quizás, lo que más escuece al colombiano.
Pero James no es el mismo que dejó Madrid hace casi un año y este miércoles, cuando reciba a su ex equipo en la ida de la semifinal, busca cobrarse la afrenta.
El colombiano es una de las cartas fuertes del técnico del conjunto alemán Jupp Heynckes para buscar tomar ventaja en la eliminatoria. Tras perder a Arturo Vidal ante una lesión, James Rodríguez es, al lado de Thiago Alcántara, el único jugador polivalente que le queda al alemán para fortalecer el mediocampo. Y es que desde que Jupp Heynckes asumiera el cargo de entrenador en el cuadro bávaro, el jugador se ha convertido en un jugador “más completo”.
James es el único jugador del Bayern Munich que ha visto acción en los diez partidos que el conjunto bávaro ha disputado en Champions League hasta el momento, si bien solo ha jugado los 90 minutos en dos ocasiones, y ha entrado de relevo en otras cuatro. También ha pasado por todas las posiciones imaginables de la media hacia delante; incluso llegó a jugar como centro delantero ante el Celtic como medida de emergencia ante la ausencia de Lewandowski.
Y aunque aún no se estrena como goleador en Champions y suma apenas seis anotaciones en la Bundesliga ha dado ya 12 pases a gol, algo que no ocurría desde hacía tres años.
James dejó un legado discreto de 36 goles y 41 asistencias en 111 partidos que disputó con el Real Madrid en tres temporadas. Una muy buena, en que fuera uno de los hombres base para Carlo Ancelotti, justificando el pago de 80 millones de euros por su fichaje con 17 goles y 18 asistencias en 46 partidos.
Y dos tan amargas como decepcionantes. Nunca logró entenderse con el sustituto del italiano Rafael Benítez, que lo sentenció tras sufrir una controversial lesión con la selección de Colombia. Tampoco pudo ganarse la confianza de Zinedine Zidane; en año y medio llegó meramente a jugador de partidos trámite en Liga.
Relegado a suplente, James no volvió a ver acción en Champions con el Real Madrid desde que disputó los últimos cinco minutos de la ida de los cuartos de final frente al Bayern Munich, su actual equipo.
Hoy jugador base para Heynckes, el colombiano buscará sacarse la espina de encima y devolver la afrenta a Zidane enviándolo a ver de lejos la final.
