Fútbol Americano
Carolina Padrón 6y

Liverpool: aplanadora inglesa con chasis alemán

El Liverpool es una aplanadora inglesa con chasis alemán, marca Klopp, de motor egipcio y bujías brasileñas. Si, este club es una máquina. Una de hacer goles. Una que en Anfield, ante la Roma, rozó su velocidad máxima. Es un equipo bien engranado adelante, con la explosividad necesaria para avanzar kilómetros infinitos en modo crucero. Al menos, los que permitan las piernas de Sadio Mané, Mohamed Salah y Roberto Firmino.

Y es que a este Liverpool parece que sólo lo detiene el propio Liverpool. Ese stop imaginario que, por ahora, tendrá como siguiente parada el anegado campo del Olímpico, en Roma, en donde es difícil incluso flotar. Esta versión vistosa que ataca, como el espectáculo lo describe, parece no tener velocidad de retroceso. Vamos que jamás toca la palanca de la marcha atrás. Siempre hacia adelante, fiel a su 4-4-3. Ese es el sello de calidad de Jürgen Klopp, que prioriza la ofensiva para llevarse por delante, a toda marcha, al rival.

Tridente por delante, mezclado en incontables combinaciones, siempre ofrece el mismo resultado. Un conjunto imparable al contragolpe, con Mohamed Salah que no sólo culmina, sino que también genera y hace que circule por todo el grupo la electricidad. De todos, mi favorito. Porque es un gusto verle jugar. Porque hoy lo de Anfield parecía una versión futbolera de Rápido y Furioso, sin cortes ni comerciales. Con explosiones y piques incluidos.

Hasta la lluvia apareció como aceite en la carretera para hacer rodar el balón. Y cuando parecía imposible, con un 5-0 entre pecho y espalda, la Roma de las mil batallas resucitó. Despertó en los últimos 10 minutos para recordar que la visita por la capital italiana no será un breve paseo por carretera. No en vano nadie ha podido ni siquiera marcar un gol allí en lo que va de temporada. El rally continúa. Con la dificultad de una Roma que sigue perdiendo de visita, pero que se crece ante su afición, como señaló Federico Fazio... ante un Liverpool que con un 5-2 en manos salió decepcionada de si misma, como comentó Jordan Henderson. Le pongo la ficha a Klopp. Porque esta versión, a toda marcha, de los de Anfield, vale la pena disfrutarla, aunque sea por dos partidos más. Por el simple placer del vértigo de la velocidad.

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