Fútbol Americano
Jordi Blanco, ESPN Digital 6y

El 'EuroBarça' de Valverde es un cañón

Avisado después de tres partidos seguidos sin ganar en la Liga que provocaron las primeras voces de alerta, el Barça reencontró su mejor imagen en Wembley, donde celebró sus 300 partidos en la (Ante Tottenham, Barcelona jugará su partido 300 en Copa de Europa) Champions con una victoria tan trascendental como magnífica, ofreciendo su mejor versión desde que comenzó la temporada y demostrando que Europa le motiva de manera especial.

Ganó por 2-4 disfrutando como no lo había hecho en toda la temporada. Y explicó de manera contundente la razón por la que es aspirante indiscutible al título continental.

Podrá argumentarse que al Tottenham le faltaban hasta cuatro piezas fundamentales en los planes de Pochettino… Pero, ante ello, podría argumentarse también que un Leganés muy inferior había sido capaz de ganar a este mismo Barça no hace demasiados días. Y, también, que los Spurs pelearon todo lo que pudieron. Y más incluso.

Como si no hubiera mañana y bajo el liderazgo de un Messi soberbio, el barcelonismo descubrió lo que había anunciado el crack argentino: Arthur es un futbolista especial y señalado para lo que se confía debe ser el sistema de juego de este equipo. Situado entre líneas, el brasileño se hartó a jugar con facilidad, recordando (salvando las distancias) a Xavi, devolviendo el carácter al Barça y mostrando una adaptación sensacional.

Fue la noche de la reivindicación, la del golpe sobre la mesa de un equipo herido en su orgullo y que recordó sus mejores tiempos, que se peleó incluso contra la mala suerte de un inicio de segunda mitad desolador, cuando a dos remates casi consecutivos de Messi al palo, respondió el Tottenham con el gol de Kane que convirtió un posible 0-4 en un 1-2 que despertó la ilusión inglesa.

Una ilusión que Leo, en primera persona, se encargó de apagar por la vía rápida con el 1-3 que cerraba discusiones y devolvía al plano la mejor versión azulgrana, desatada y excepcional para someter a un rival que se rebeló contra su destino, volvió al partido pero acabó rendido a la excelencia de Messi, indiscutible protagonista de una noche especial.

Dos jornadas en Europa han bastado para demostrar que el Barça vive por y para la Champions, que está dispuesto, a lo visto en Wembley, a jugar cada partido continental a tope de revoluciones y que, a la vez, dejó clara la necesidad de trasladar a la Liga esta imagen soberbia.

En Europa, desde luego, el equipo de Valverde es un cañón.

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