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Mauro Icardi vuelve a Barcelona tras su salida del juvenil en 2011

BARCELONA -- Mauro Icardi se presentará este miércoles con galones en el Camp Nou. Durante dos años y medio, en edad juvenil, el delantero argentino del Inter acostumbró a ver los partidos del equipo de Guardiola desde la grada. No tuvo la paciencia necesaria para esperar su oportunidad y en enero de 2011 marchó a la Sampdoria, donde comenzó una carrera meteórica... Hoy nadie sabe qué habría pasado en caso de permanecer en el Barcelona.

Nacido en Rosario, como Leo Messi, en 1993, Icardi marchó con su familia a Gran Canaria a los 9 años y allí fue captado por los scouters del Barça (adelantándose a Real Madrid, Arsenal y Espanyol), e incorporándose a su cantera en 2008. Tras pasar por el equipo cadete, ascendió al juvenil y allí acabó su vida en azulgrana.

“No se adaptó”, se recuerda en el club catalán, lamentando que no se pudiera convencer de continuar a un jugador de excelente futuro. En su última temporada, media, la 2010-11 estuvo a las órdenes de Òscar García, quien hoy mantiene fresca la imagen de un delantero “de gran remate, rápido de reflejos y muy listo”.

Aquel Barça juvenil conquistó el triplete, pero en enero Icardi solventó marcharse, por más que desde el primer equipo tenía el apoyo incondicional de su entonces ídolo Messi. “Recibió una gran propuesta de la Sampdoria, que le ofrecía un muy buen contrato y le aseguraba jugar en el primer equipo”, recuerda Òscar, quien lamentó su salida aunque advierte que “vista su carrera, está claro que no se equivocó”.

Icardi alternaba la titularidad con el camerunés Gaël Etock, quien se iría al acabar el curso al Sporting de Portugal, y su marcha a la Sampdoria provocó la eclosión de Rafinha como falso 9 en el equipo azulgrana, donde no se echó en falta la salida del argentino.

“Era juvenil de segundo año (le quedaba uno más) y la Sampdoria le ofrecía unas condiciones, deportivas y económicas, que no podía darle el Barça”, afirma Òscar. Así, el 11 de enero de 2011 la Sampdoria firmó en calidad de cedido a Icardi hasta fin de temporada, reservándose una opción de compra valorada en 460 mil dólares... Que hizo efectiva en julio del mismo año, a pesar de que en el Camp Nou hubo quien consideró un error no pelear por su regreso.

No es cierto, como se afirmó en su día y se ha mantenido en algunos foros hasta la actualidad, que Pep Guardiola, entonces entrenador del Barça, vetase su ascenso al filial y le negase la opción de llegar a entrenar con el primer equipo. “Todo es mucho más simple. Recibió una oferta muy buena, la aceptó sin más y se acabó. Después de casi ocho años se pueden decir muchas cosas, pero en aquel momento Icardi era un juvenil muy prometedor... pero juvenil al fin y al cabo”, rememora Óscar.

Para entonces, junio de 2011, ya se entendía imposible convencerle porque el delantero argentino nunca llegó a adaptarse plenamente a la vida en Barcelona y a la disciplina del futbol base del Barça.

En mayo de 2012 debutó con el primer equipo de la Sampdoria y tras completar la siguiente temporada, anotando 11 goles en 33 partidos, fue traspasado al Inter, que pagó 15 millones de dólares por su pase. A partir de ahí su carrera se catapultó.

Hasta el punto que hoy es el jugador clave del equipo italiano. Ni fue el primero ni será el último que pudo ser y no fue en el equipo que comenzó.