LYON -- Llegado con nueve años a la cantera del PSG, en 2004, a Ferland Mendy se le auguraba un excelente futuro ya desde edad infantil hasta que una artritis en la cadera le mantuvo ocho meses apartado de los campos en edad cadete, postrado varias semanas en una silla de rueda y perdido el sueño del futbol.
Hoy, once años después de aquello, corre la banda izquierda como alma que lleva el diablo y es visto como el sucesor francés de Eric Abidal en el lateral zurdo del Barça.
Apartado del plano, Mendy solventó abandonar el PSG en 2012 y comenzar desde abajo, incorporándose al juvenil del FCMantois, un modesto club de 4ª División con el repuntó, jugando en el primer equipo y ganándose al cabo de un año fichar por el Le Havre, comenzando en el segundo equipo hasta que en abril de 2015 Thierry Goudet le llevó a debutar ante el Sochaux en un partido de 2ª División y un curso después fue tomando protagonismo a las órdenes de Bob Bradley.
Mendy explotó definitivamente bajo el mando de Oswald Tanchot en la temporada 2016-17 y provocó que en París le vieran como un potencial sucesor de Maxwell, quien se retiró en el verano de 2017, aunque fue Aulas quien se lo llevó por 5,6 millones de dólares y ofreciéndole un crecimiento deportivo que, le avisó, difícilmente tendría en un PSG donde no se conoce la palabra paciencia.
¿SÉPTIMO?
Este martes, después de jugar 68 partidos oficiales con Bruno Genesio desde su debut en agosto de 2017, se enfrentará al mayor desafío como jugador del Olympique: el Barça, precisamente el club que le sigue de cerca desde hace algunos meses y que, por consejo de Abidal, le considera acompañante ideal para Jordi Alba en su plantilla de cara al próximo curso.
“Es rápido, atrevido, profundo y desenfadado” presentan a Mendy en la dirección deportiva del club azulgrana, donde la apuesta por Miranda ha perdido tanta consistencia que el fichaje de un lateral zurdo se ha convertido en cuestión primordial.
De hecho a Ferland Mendy se le presenta como el heredero del Abidal que en 2007 llegó al Barça desde Lyon, por 16 millones de dólares y para ocupar el puesto que dejó el holandés Van Bronckhorst. Sus difíciles comienzos dieron paso a un papel providencial del francés, hoy secretario técnico después de no pocas vicisitudes, con un cáncer y una salida del equipo por la puerta de atrás que ha acabado por olvidarse.
Mendy podría convertirse en el séptimo futbolista en pertenecer durante su carrera a Olympique de Lyon y Barcelona, un camino que inició el brasileño Sonny Anderson, fichado por el Barça al Mónaco en 1997 y que dos años después se fue traspasado al Lyon, y que acabó Umtiti, que se salió con la suya viajando a Francia con el alta médica pero cuya presencia en el campo se antoja una quimera.
Anderson, Abidal, Giuly, Edmilson, Crosas y Umtiti vivieron el fútbol desde ambos lados. Ferland Mendy puede ser el siguiente. De hecho es el favorito, se asegura alrededor del Camp Nou, para dar el salto a un Barça cada día más afrancesado, que espera la eclosión del central Todibo, la recuperación de Umtiti y la confirmación de Dembélé.
