Universidad de Chile vive un presente oscuro. Frank Kudelka renunció obligado, Alfredo Arias asumió en medio de mentiras y Carlos Heller dejó la presidencia acusando amenazas de muerte. La gloria de comienzos de década parece lejana. Uno que tuvo protagonismo en esa época fue José Yuraszeck.
“Fue agotador, pero el equipo de directores que dirigíamos el club trabajamos mucho con un plan que dio frutos. Junto a Federico Valdés, Carlos Délano, Peter Hiller y Cristóbal Yuraszeck, nos reuníamos semanalmente. La comisión de fútbol operaba y tuvimos importantes logros: cuatro títulos nacionales, la Copa Chile, la Sudamericana, dos semifinales de Copa Libertadores y divisiones inferiores poderosas que entregaban jugadores al primer equipo”, le contó el empresario a El Mercurio.
Yuraszeck ve pocas alternativas para que Azul Azul supere el déficit. “No creo que exista ningún inversionista que quiera invertir y quedar de socio minoritario de Heller. La única opción para que entren otros accionistas relevantes, es que Heller reduzca su participación al mínimo, vía venta o por dilución en un aumento de capital, deje de ser controlador y las decisiones vuelvan a tomarse por la mayoría de un directorio profesional e independiente”, afirmó.
“No veo posible que continúe la actual situación por un período largo. Las deudas con los bancos y el déficit financiero, que ya es muy grande, seguirá creciendo y el valor de las acciones será cada día menor. Hoy existe una planilla del primer equipo casi imposible de financiar y muchos jugadores recién contratados van a estar en la banca, perdiendo valor en caso que se necesite venderlos”, añadió.
Pese a la renuncia, el hombre que pasara por Odeplan cree que todas las decisiones siguen siendo tomadas por el ex mandamás. “Está apoyado por un grupo de directores en que varios de ellos tiene dependencia laboral de él”, declaró.
Sin embargo, Yuraszeck dice que a Heller le quedan solo tres opciones. “La primera, vender sus acciones a un precio muy bajo, digamos entre 50 y 100 pesos, y los nuevos accionistas se quedan con la deuda y el costo de un club desfinanciado. No veo fácil que aparezcan esos inversionistas. La segunda opción es hacer un aumento de capital a un precio alto al cual debe concurrir Heller y así se pagan las cuantiosas deudas del club. Luego, puede vender sus acciones a un precio de mercado. No creo que esté dispuesto a poner más plata. Y la tercera es hacer un aumento de capital a un precio bajo, Heller no concurre y diluye fuertemente su participación quedando de accionista muy minoritario. Los nuevos accionistas se hacen cargo del club con sus deudas y pasivos de largo plazo... No imagino que vaya a dejar quebrar a la U, sería impresentable”, comentó.
El ingeniero civil, que está en Europa por trabajo, descartó volver al CDA. “Le dediqué cinco años al club como presidente de la comisión de fútbol y luego como presidente del club. Dejé mis negocios en manos de mis ejecutivos y me instalé en el CDA con dedicación del 100% de mi tiempo. Ya cumplí con la U, ahora prefiero ir tranquilo cada domingo al fútbol como lo he hecho por 50 años. No volveré, pero seguiré atento a lo que pase. Si alguien pide mi consejo para ayudar, lo haré con gusto”, cerró.