BOGOTÁ (EFE) --- Tigres Fútbol Club, el nuevo inquilino que tendrá la liga colombiana en 2017, llegará con uno de los perfiles más bajos de los equipos que han logrado el ascenso en el país, pero con la intención de seguir escribiendo una historia que lleva tan solo un año con ese nombre, pero trece como Expreso Rojo.
Hasta el pasado 28 de noviembre cuando se ratificó que había conseguido una plaza en la primera categoría, el nombre de Tigres comenzó a ser escuchado por los seguidores del fútbol que le habían dado una gran bienvenida al regreso del histórico América de Cali a la Primera A, y esperaban al Deportivo Pereira como el dueño de la segunda plaza.
Sin embargo, contra todos los pronósticos el equipo del técnico Jhon Jairo Bodmer, concretó su ascenso a la primera división en la sexta jornada de los cuadrangulares finales, en la que le ganó por 1-0 al Bogotá, mientras Leones y Deportivo Pereira empataron 2-2, resultado que le permitió sumar once puntos y así ocupar el primer lugar de su grupo.
El equipo que juega en el estadio Luis Carlos Galán Sarmiento del municipio de Soacha, al sur de Bogotá, renació en enero de este año cuando las directivas de Expreso Rojo decidieron cambiarle el nombre a Tigres Fútbol Club, para empezar una nueva etapa como institución deportiva.
El cambio de nombre se hizo para cumplir con un fallo de la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia en el que se informó que Expreso Rojo estaba estrechamente asociado con Independiente Santa Fe y no se podía usar como marca comercial por otro club.
Y el cambio llegó para bien, pues según el técnico Bodmer, en tan solo un año Tigres es otro equipo.
"El cambio ha sido del cielo a la tierra. Desde el año 2012 al equipo y a los directivos les ha tocado lidiar con un proyecto con bajos recursos y eso no es fácil, afortunadamente, el presidente ha logrado estabilizar gran parte de esa economía y este nuevo nombre e institución, si se puede decir, le ha cambiado la cara al plantel", manifestó el entrenador.
Agregó que las condiciones de trabajo han mejorado gracias a unas instalaciones cómodas y adecuadas para entrenar, "se puede viajar en avión, hoteles más cómodos, implementos apropiados de trabajo y estamos al día con todas las obligaciones con los jugadores y trabajadores".
En su trasegar por la segunda división y con el nombre de Expreso Rojo, el equipo que se ha nutrido con jugadores que en su mayoría han salido de escuelas de formación, jugó en las ciudades de Cartagena y Sincelejo, y luego en los municipios de Fusagasugá, Zipaquirá, Facatativá y Girardot.
Finalmente el equipo se instaló en el municipio de Soacha en donde espera cada día tener más adeptos, ahora en la primera categoría del fútbol colombiano.
Pero antes, deberá enfrentar al América en la gran final del torneo de ascenso que comenzará esta noche en el estadio de Techo en Bogotá, donde oficiará como local y disputará el juego de vuelta el próximo 10 de diciembre en el Pascual Guerrero de Cali cuando se conocerá al campeón de la Segunda División.