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El costado positivo de la bronca

BUENOS AIRES -- No es una Copa más para Leonel Messi, y la Selección, la que se está jugando en Estados Unidos. Y obvio, tampoco es una final más. El peso de 23 años sin títulos y las dos últimas finales perdidas le ponen una carga extra a la definición del domingo.

Mucho se habló del carácter de Messi en los últimos días, sobre todo luego de la declaración que se filtró de Diego Armando Maradona. “Es un buen pibe, pero no tiene personalidad”, le dijo el 10 a Pelé, cuando pensaba que no había micrófonos grabando.

Tal vez las palabras de Maradona sirvieron para moverle alguna fibra íntima. O tal vez, sólo se trate de una casualidad. Lo cierto es que la Pulga expresó vía Instagram su malestar contra la AFA. “Una vez mas esperando en un avión para intentar salir al destino .. Que desastre son los de AFA, por Dios”, escribió. Debe ser la primera vez que el astro del Barcelona le escapa al perfil bajo, a las declaraciones de casete, y muestra enojo, bronca, contra la dirigencia argentina.

Se sabe que la AFA, que acaba de ser intervenida, pasa por uno de los peores momentos de la historia, con denuncias, problemas económicos, falta de conducción… A las palabras de Leo se sumó Sergio Agüero, quien con motivo del cumpleaños 29 de la Pulga expresó: “Feliz cumple amigo. Siempre la pasamos en la concentración… Ahora en un micro y sin cenar, je. Te quiero”.

La “rebelión” dentro de un plantel que por lo general no suele quejarse, lejos de ser considerada un problema, puede tener un costado positivo, alentador. Grandes equipos se hicieron fuertes en la adversidad.

La Selección que ganó el Mundial de 1986 de la mano de Maradona llegó a México en medio de interminables críticas. Pocos eran los que creían que ese equipo dirigido por Carlos Salvador Bilardo podría dar la vuelta. Los jugadores, conscientes de esa situación, dejaron las diferencias de lado, se fortalecieron como grupo y juraron en la intimidad que iban a dejar la vida en cada partido para demostrarles a los detractores que podían ser campeones. “Argentina ya salió campeón, Argentina ya salió campeón, se lo dedicamo' a todos, la reputa madre que los reparió”, cantaron, una vez con la Copa en la mano.

El Boca que en 2001 ganó por segunda vez consecutiva la Copa Libertadores vivió también momentos difíciles antes de las consagración. Tras las semifinales, un fuerte enfrentamiento con la dirigencia hizo que los futbolistas se pintaran las remeras: “Salvestrini al psicólogo” y “Paguen y cállense”, decían algunas leyendas. Los cánticos tampoco faltaron: “Boca va a salir campeón, se lo dedicamo' a todos los hijos de puta de la Comisión”. Ejemplos como estos sobran en el mundo del fútbol y del deporte.

Horas antes de la final, donde no hay lugar para el fracaso, las palabras de la Pulga y el Kun pueden ser el motor que le venía faltando al equipo en los tramos decisivos. Tal vez, la bronca contra la dirigencia pueda trasladarse al campo de juego. Y esa rebeldía futbolística sirva para que la Argentina vuelva a levantar una Copa luego de 23 años.