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Wilmar-James, la sociedad menos pensada

Creativididad y lucha. Corazón y pases cortos. La fórmula histórica para triunfar en el fútbol fue el secreto de la Selección Colombia para lograr un triunfo histórico frente a Argentina en el debut en la Copa América. James Rodriguez y Wilmar Barrios fueron dos de los grandes protagonistas de la victoria y formaron una sociedad heterogénea pero fundamental para el plan de Carlos Queiroz.

El entrenador luso logró imponer condiciones ante el seleccionado de Lionel Messi en el Arena Fonte Nova de Salvador. Lejos de ceder la iniciativa, la Tricolor salió a proponer desde el comienzo y fue superior durante la mayor parte del encuentro. Manejó los tiempos y, excepto en los primeros veinte minutos del segundo tiempo, supo controlar al crack de Barcelona. Con Wilmar como líder de la presión y la recuperación y James en su rol de conductor, llevó las riendas del juego con autoridad.

Quizás en esa actitud esté la principal virtud del debut oficial del portugués en el banco colombiano. No es fácil encontrar tan rápido un funcionamiento colectivo como el mostrado ante la Albiceleste, en el que cada futbolista supo qué y cuándo hacerlo. En los días previos, Queiroz habló sobre lo importante de la "función", por sobre la posición y los nombres. "Todos deben saber qué necesita el equipo de cada uno", dijo el DT y sus futbolistas respondieron.

Lo que Colombia necesitaba de Barrios era equilibrio, despliegue y sacrificio. Wilmar tuvo eso y más. El mediocampista de Zenit se hizo dueño del centro de la cancha desde su primer anticipo antes de los cinco minutos. En ese momento los rivales comprendieron que sería muy duro ganar esa zona. Estuvo sólido en la marca hombre a hombre como de costumbre pero también mostró una inteligencia táctica fundamental para el fútbol dinámico planteado por Colombia.

Barrios tocó 61 pelotas y dio 45 pases, 84 por ciento de los cuales llegaron a destino. Además, recuperó 6 balones y no cometió faltas. Los números fríos no dicen demasiado porque no dan contexto. No indican en qué situación ni cuándo fue cada acción. El aporte de Wilmar excede lo que pueden informar las estadísticas. Sí robó seis pelotas, pero todas fueron en la salida de Argentina, con Colombia lanzado en ataque y con ventaja. De los siete pases fallados, ninguno fue en el segundo tiempo, el momento más caliente del cotejo.

El futbolista al que más pases le dio el ex Boca fue Juan Guillermo Cuadrado. Es una cuestión lógica, ya que el paisa jugó muy cerca de él, como interior. El segundo fue James Rodriguez. Y aquí esta una de las razones del triunfo. Fueron seis los pases del número 5 al número 10 y cinco del 10 al 5. Su confianza mutua marcó el inicio del juego asociado colombiano.

El cucuteño no tuvo una actuación perfecta ni mucho menos, sin embargo su presencia fue clave para el equipo. En el primer gol metió un cambio de frente impresionante para Roger Martinez y a partir de ese momento comenzó a luchar como uno más. Se esforzó a la par de todos sus compañeros y también mostró sus dotes de conductor. Fue, como de costumbre, el hacedor de fútbol de Colombia.

Los directores técnicos repiten como un mantra que las sociedades son clave en el fútbol. Y por lo general hablan de jugadores que entienden el juego de la misma manera, que hablan el mismo idioma. En esta ocasión, la dupla que edificó el éxito de Colombia estuvo formada por dos extremos: el luchador y el creador.