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Wilmar y Yerry, el corazón de Colombia

SAO PAULO (Enviado especial) -- Un día después de la llegada a Sao Paulo, se escuchó la palabra más buscada de la Selección Colombia. Tras la rápida confirmación de la triste baja de Luis Fernando Muriel, la única preocupación que quedó tras la victoria ante Argentina en el debut en la Copa América fue el estado de Wilmar Barrios. La figura de la Tricolor en Salvador de Bahia terminó con una molestia y se realizó estudios médicos que no arrojaron ninguna lesión grave. Sin embargo, la tranquilidad total llegó este lunes cuando el propio cartagenero explicó cómo fue la jugada.

"Fue una jugada en el segundo tiempo, en la que recuperé la pelota casi en nuestra área y la rodilla se me fue hacia atrás. Caí sobre la derecha y sentí la molestia. Después seguí jugando, me resentí un poco más pero aguanté hasta el final. Hicimos exámenes de rutina para estar seguros que esté todo bien, gracias a Dios no es nada, estamos bien. Fue como un problema a la hora de caer. Me quedan dos días para estar al cien", afirmó el mediocampista de Zenit en la rueda de prensa que ofreció junto a Yerry Mina en las impresionantes instalaciones de Palmeiras.

Los dos protagonistas de la conferencia previa al entrenamiento cerrado del lunes se destacaron gracias a una labor defensiva sobresaliente tanto en lo individual como en lo colectivo. Los dos centrales y el mediocampista de marca fueron el corazón de la recuperación, la presión y la contención frente a Argentina. Se entendieron a la perfección y formaron un núcleo con tanto futuro como presente.

"El plan estaba claro, tratamos de hacer nuestro juego. La idea que tenía el profe era cerrar los espacios que ellos tenían y, cuando no podíamos presionar arriba, meternos atrás y tomar el balón", explicó Mina y agregó: "seguir trabajando en lo defensivo es lo más importante para nosotros".

Siempre de buen humor, el defensor de Everton recordó un pasaje del encuentro en el que se cruzó con Wilmar: "la parte de atrás es fundamental. Hay ocasiones en que nos toca enojarnos dentro del juego. En este partido me pasó con Wilmar, le dije: 'dale papi, por la comida de tu mamita, por la comida de tu hija'. Eso es bacano porque en el camerino nos damos cuenta que vale cada palabra y cada frase que nos decimos dentro del terreno de juego".

Se nota la complicidad entre ambos y eso es fundamental dentro del campo de juego. Para la idea de Queiroz, un director técnico que busca armar un buen equipo de atrás hacia adelante, el entendimiento entre los defensores y los mediocampistas es clave. Por eso necesita tanto de armar sociedades entre ellos como de las típicas uniones entre futbolistas de ataque. Wilmar, Davinson y Yerry no tienen mucho rodaje juntos pero eso no se notó en el debut.

"La seguridad a uno se la da lo defensivo, el equilibrio. De atrás hacia adelante estuvimos siempre seguros, teniendo jugadores como Mateus y Cuadrado, que van y vienen para marcar hace que estemos bien ubicados para no perder la zona. Fue lo que se hizo, a mí me facilitaron el trabajo porque iban pero regresaban y éramos un equipo corto en la mitad. No podíamos dar ventajas, tapamos los espacios la mayoría del tiempo por dónde ellos querían hacer daño. Estuvimos bien línea por línea. Vamos a ir mejorando partido a partido", describió con claridad Wilmar.

En el moderno campo de entrenamiento de Palmeiras, un sitio muy conocido para Mina y para Miguel Borja, Queiroz ajustó las últimas piezas de cara al segundo compromiso en la Copa. "Equipo que gana no se toca", dice el lugar común y es posible que el portugués pueda hacerlo realidad. Eso depende de cómo llegue al miércoles Wilmar, quien afirmó que está bien pero aún necesita tiempo para estar al cien por ciento. Si eligen no exigirlo, jugará Gustavo Cuéllar, uno de los preferidos del entrenador. Lo demás está claro. Colombia espera seguir por el camino del triunfo y confirmar todo lo bueno que se hizo en el debut.