SAN PABLO (Enviado especial) – “El partido por el tercer puesto no tiene ninguna importancia. Es solo para cumplir”. La frase de Arturo Vidal, directa y contundente, encendió la polémica. No solo por la relevancia que puede tener o no completar el podio de la Copa América, sino por las selecciones que lo disputan. Nada menos que Chile y Argentina.
El Rey Arturo declaró en caliente después de la dolorosa derrota por 3-0 que sufrió el bicampeón ante Perú en semifinales. Conociendo el espíritu competitivo del mediocampista de Barcelona, que está en duda por un esguince de tobillo, nadie puede creer que salga a jugar un duelo de estas características como si fuera un entrenamiento.
En las conferencias del día previo, los dos entrenadores valoraron el compromiso de este sábado. Para Reinaldo Rueda, “es importante ganar por dignidad y orgullo”. Mientras que Lionel Scaloni, todavía dolido y enojado por las polémicas del arbitraje contra Brasil, opinó que “no es lo mismo terminar 3º que 4º”.
En lo que todos van a coincidir es que este encuentro no significa en absoluto una revancha de lo sucedido en las definiciones de 2015 y 2016. De ninguna manera se pueden equiparar las victorias por penales de La Roja con este cruce en San Pablo. En Santiago y en Nueva Jersey se puso en juego la gloria. Esta vez, solo el honor y un poquito más.
Así como el ganador seguramente no protagonizará un festejo desmesurado, el perdedor no debería sufrir las consecuencias del traspié. En el fútbol todavía prevalece la corriente de “ganar como sea”, pero en las derrotas también se miran las formas. De no suceder nada extraordinario con una diferencia “catastrófica”, lo que pase en la cancha no debería modificar lo hecho hasta el momento.
Tanto Argentina y Chile viven una etapa de renovación. Luego del Mundial de Rusia, Scaloni encabeza el recambio con solo cuatro sobrevivientes de la vieja camada (Otamendi, Di María, Messi y Agüero). En el caso de Rueda, lleva casi un año y medio en el cargo, y lidera la misma tarea aunque con más complejidad, porque todavía se mantienen la mayoría de los históricos.
El DT de la Albiceleste ya confirmó que permanece en el cargo hasta la culminación de su contrato a fin de año y sabe perfectamente que la imagen que dé su equipo en este choque y en los próximos seis amistosos son fundamentales para contar con chances de quedarse definitivamente y encarar las Eliminatorias rumbo a Qatar.
Por eso, el Argentina-Chile no es solo para cumplir. Lo que a priori es el partido que nadie quiere jugar, seguramente será disputado con mucha intensidad. Quedará claro desde el mismo momento que empiece a rodar la pelota en el Arena Corinthians.