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KAZÁN -- Cristiano Ronaldo por sí solo es un imán de gente. Su presencia implica que la logística de seguridad de un lugar al que va a llegar sea mucha más intensa. No importa si es en España, Portugal, Estados Unidos o Rusia. En la llegada de la Selección de Portugal a Rusia, el dispositivo de seguridad en torno al combinado lusitano fue más grande que el que recibió la Selección Mexicana en su arribo a Kazán. ¿La razón? La presencia de CR7 y el deseo de la gente por verlo al menos a la distancia. El conjunto luso por fin aterrizó en Rusia y de inmediato comenzó toda la movilización para mantener apartada a la gente de cualquier tipo de contacto con el equipo. Si para la llegada de México la prensa internacional incluso accedió al hotel para realizar unas tomas de la bienvenida que se le dio al equipo, con Portugal todo fue distinto y hubo barreras que impidieron el paso de los medios y de la gente. La policía prácticamente cercó el hotel sede de los lusitanos. No había forma de acercarse a él. El autobús llegó aproximadamente a las 23:15 horas locales y los cerca de 50 aficionados reunidos apenas pudieron ver a la distancia al astro del Real Madrid, quien al descender del vehículo, solamente saludó y volteó hacia las cámaras rápidamente antes de ingresar al lobby. Los aficionados rusos llegaron con banderas portuguesas y jerseys del ‘7’. “Portugal vencerá a México y Cristiano anotará tres goles”, pronosticó un seguidor nacido en Kazán, pero fan del jugador del Madrid. Para este jueves por la mañana, Portugal entrenará por primera vez en Kazán ya para preparar su debut en la Copa Confederaciones contra México.
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