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KAZÁN -- Cristiano Ronaldo es la sensación de Rusia. Cada movimiento de Portugal y particularmente suyo tiene repercusión en Kazán, donde hasta le hicieron un mural, justo detrás del hotel de concentración del combinado lusitano. El astro del Real Madrid acapara todo tipo de atención en Kazán. Tanto de los aficionados como de los medios de comunicación. Todo gira a su alrededor. Es una figura sin igual y hasta los rusos no tan aficionados del futbol, están interesados en verlo de cerca.  Su arribo a Rusia fue casi un espectáculo afuera del hotel de concentración donde unos 50 aficionados lo esperaban. Ahí, apenas unos metros atrás, la fachada de un edificio fue pintado por completo y resaltó una figura de él en diversos colores.
El mural fue una atracción más en la ciudad hasta que de pronto decidieron cerrar el acceso al edificio sin dar razón alguna. Aficionados y curiosos acudieron en multitudes a tomarse fotografías y generaron una expectación ni siquiera imaginada. Después de unas horas, la administración del edificio impidió el paso de la gente. Ni autoridades de FIFA o la misma policía lograron convencerlos de que se abriera más tiempo. El hotel de los lusitanos tiene aficionados afuera en todo momento. Todos esperan a que salga y reparta autógrafos o fotografías, pero se conforman con un saludo a la distancia cuando este entra o sale después de un entrenamiento. Ya en la práctica, al menos en la de este jueves, CR7 sostuvo una charla con su entrenador, Fernando Santos, y con su compañero y amigo, Pepe, mientras el resto de los jugadores esperaban a que realizara algún movimiento. La prensa igualmente aguardaba a cualquier movimiento. "No hay palabras para calificar lo que significa para el país Cristiano y esperamos que podamos escribir nuevas historias con Portugal. Estamos contentos por la manera en la que nos representa", destacó su compañero Bruno Alves. Una vez iniciada la práctica, el '7' acaparó todas las miradas y todos los lentes. Adonde quiera que se moviera, todos lo seguían y él como si nada, concentrado en la práctica y nada más. Es un ambiente al que ya está acostumbrado. La atención la tiene sobre sí y sabe sobrellevarla como nadie. Cristiano es una atracción más de Kazán.
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