SOCHI -- La edad es solo un número, ¿verdad? Nos lo han dicho tantas veces que debe ser verdad. Pero quizás sea más exacto decir que la edad es relativa.
Julian Draxler tiene 23 años, pero ya ha vivido más cosas que la mayoría de los jugadores en todas sus carreras. A los 17 años fue titular en una semifinal de la Champions League. A los 18, fue un jugador clave de un equipo que terminó tercero en la Bundesliga. A los 19 debutó con Alemania. A los 20 se convirtió en el jugador más joven en sumar 100 partidos en la liga alemana. A los 21 logró salir de Schalke, el club al que se había sumado a los ocho años, y firmó con Wolfsburg. A los 22 años fue abucheado por sus propios seguidores cuando volvió a intentar pasar a un club más rico.
Lo consiguió el pasado mes de enero, a los 23 años, cuando firmó con Paris Saint-Germain. La suerte quiso que entonces su nuevo equipo no ganara la liga por primera vez en cinco temporadas.
Ahora, a pocos meses de cumplir 24 años, es la pieza central y el capitán de la selección alemana de Joachim Löw (en su versión de Copa Confederaciones, por supuesto) y está en otro nivel. Tanto es así que Löw ha reorganizado el equipo a su alrededor para brindarle una libertad que los jugadores no suelen tener hoy en día. De hecho, es el tipo de licencia que ningún jugador alemán ha tenido en mucho tiempo (al menos en los equipos de Löw).
"No importa cuál sea la formación, Draxler siempre tendrá mucha libertad conmigo," dijo Löw tras el triunfo por 3-1 de Alemania sobre Camerún, que selló su lugar en las semifinales contra México en Sochi el jueves. "Es muy variado lo que puede hacer en la cancha, y puede encontrar la posición correcta por su cuenta".
Contra Camerún, tal como lo hizo contra Chile el miércoles, Löw jugó con tres hombres atrás y Joshua Kimmich y Marvin Plattenhardt por las bandas. Ellos abrieron el juego por los costados, con Timo Werner adelante. Sebastian Rudy y Emre protegían la defensa, y Kemir Demirbay era el enlace.
¿Y Draxler?
Draxler fue Draxler.
A veces jugaba por afuera, a veces se iba adelante de Werner. A veces desaparecía, a veces fabricaba espacios entre el mediocampo y el ataque.
"Y a veces, cuando los centrales (Antonio Rüdiger y Matias Ginter) tenían problemas para crear, se acercaba a ellos para quitarles presión", agregó Löw. "Tiene una versatilidad increíble, una gama de posibilidades increíble. Y no tiene miedo de explorarlas. Siempre está disponible y tiene facilidad para gambetear. Es muy difícil de controlar para el equipo contrario.
Draxler lo hizo una y otra vez contra Camerún, y tres incidentes resumieron su día.
En primer lugar, hubo un taconazo de la nada que permitió que Demirbay quedara en el área de penal para abrir el marcador. Luego hubo un pase magnífico de 30 yardas con suficiente arco para eludir a un defensor y caer en los pies de un Werner que avanzaba con velocidad, que, en última instancia, pateó demasiado abierto. Y, por último, con Ginter viéndose presionado, hubo un momento en que Draxler se retiró en lo profundo con una carrera tan perfectamente en ángulo que atrajo a tres oponentes, lo que le dio a Ginter tiempo suficiente para hacer un pase ordenado a Can.
No se ven este tipo de jugadas demasiadas veces en el juego moderno, y plantea dos cuestiones interesantes.
La primera es si se trataba de un gran experimento de Löw que vayamos a ver replicado el próximo año. Obviamente, hay toneladas de competencia en esa posición: Thomas Mueller, Julian Brandt, Leon Goretzka, Mesut Ozil, Marco Reus, Leroy Sane, Serge Gnabry, Toni Kroos y la lista sigue y sigue. Pero a menos que Draxler sufra una grave caída en su forma, volverá el próximo verano en la Copa del Mundo. De modo que la pregunta es, ¿Low simplemente lo desplegará más abierto como un engranaje de una máquina bien engrasada? ¿O retocará el sistema del alemán para acomodar a Draxler en esta función más libre, teniendo en cuenta que es probable que no haya nadie más (a menos que Ozil viaje en el tiempo) con una habilidad similar?
En términos de fútbol, no es un problema, provocado por su extraordinaria abundancia en la profundidad. Pero no te puedes dejar de preguntar si es que Löw tiene algo bajo la manga para hacer de este equipo tan centrado en Draxler.
La otra pregunta se refiere a cómo Paris Saint-Germain (y Unai Emery, siempre y cuando esté cerca) ven el futuro de Draxler. Performances como ésta sugieren que tal vez esa función también funcionaría bien para él allí. Hasta cierto punto, el equipo va a ser redibujado este verano, y su interés en Pierre-Emerick Aubemayang sugiere que tal vez Emery esté abierto a jugar con dos delanteros y un hombre detrás.
Puede que todos estos comentarios sean un tanto prematuros. Tal vez Draxler sólo esté en medio de en una buena racha. Al mismo tiempo, sigue teniendo apenas 23 años y está entrando en su mejor momento y convirtiéndose en el jugador que su conjunto de habilidades sugiere que puede llegar a ser. Asimismo, su carrera, hasta ahora, ha tenido altos y bajos, algunos de ellos debido a lesiones, algunos de ellos auto-infligidos por su espíritu viajero.
Lo que si es cierto es que uno se pregunta en qué se podrá convertir Draxler si puede ser feliz en un ambiente estable y con un entrenador dispuesto a darle la llave del equipo.
Gabriele Marcotti es un escritor senior de ESPN FC. Síguelo en Twitter @Marcotti.