SOCHI -- Cuando piensas en los seguidores de la Selección Mexicana, lo que debería venir a la mente es color y pasión. Dos cualidades que se han desplegado en su totalidad en todos los encuentros del Tri en la Copa Confederaciones hasta el momento, y los curiosos rusos haciendo fila para tomarse fotos con los fanáticos mexicanos disfrazados de El Chapulín Colorado, mariachis y luchadores. Varios de los fieles seguidores también se divierten con la réplica de la playera de Jorge Campos.
Pero ese aspecto indudablemente positivo de los fanáticos ha sido eclipsado por ese controversial grito al portero rival. Los aficionados de México cantan "puto" al unísono mientras el arquero rival realiza el saque de meta. Es común tanto en los partidos de la Liga MX y los encuentros que involucran al equipo nacional.
La Federación Mexicana de Futbol (FMF) argumenta que el término no es un insulto anti-gay cuando se canta en masa dentro de los estadios. Aunque la FIFA no está de acuerdo. El grito ha sido declarado anti-gay por el organismo mundial, que ha castigado y multado a la FMF en múltiples ocasiones desde noviembre de 2015. La participación de la FIFA ha provocado temor que los partidos de México en casa se alejen del Estadio Azteca.
La polémica acaparó la atención global durante el Mundial de Brasil 2014, cuando la FIFA recibió una queja por parte del grupo de anti-racista Fare. El comité disciplinario dictaminó entonces que el grito "no se consideraba como insulto en este contexto específico" y rechazó los cargos contra la Federación Mexicana.
Desde entonces la FMF ha lanzado diversas campañas para acabar con el grito, han habido numerosos casos de disidencia entre la base de los seguidores de México, especialmente durante las eliminatorias de la Copa Mundial. En octubre pasado, la FIFA emitió una multa de 85 mil dólares a la Federación Mexicana, la cual mereció una apelación que sigue vigente ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
Para la Copa Confederaciones, la FIFA emitió una nueva advertencia "en relación con los insultos y los cantos discriminatorios" tras el empate 2-2 de México contra Portugal en Kazán, y subrayó que se tomarían "medidas adicionales".
Con nuevas reglas puestas en marcha, facultando a los árbitros de poder abandonar los juegos si son testigos de discriminación de gradas, la Federación Mexicana temía que el encuentro pudiese ser suspendido. La FMF también se preocupó de que parte del contingente mexicano en Rusia (que sumaba más de 2 mil miembros) fuera retirado de los estadios si persistía el grito.
La respuesta de la FMF para el partido contra Portugal fue inmediata. El secretario general de la FMF, Guillermo Cantú dijo a ESPN que el objetivo era erradicar el grito en los juegos "por todo el mundo", con la esperanza de que "los aficionados con el tiempo sean más educados". El capitán de la Selección Mexicana, Andrés Guardado, reforzó el mensaje.
Hasta ahora, el mensaje parece parece estar funcionando. El grito estuvo ausente durante los últimos dos partidos de México. Además se dio a conocer que la información acerca de dos aficionados que habría sido sacados del estadio en Sochi resultó ser errónea. Representantes de FIFA dijeron a ESPN FC que esa información no tenía fundamento, porque no tuvieron conocimiento de que ocurriera tal incidente.
Pese al esfuerzo conjunto parece que no ha quedado claro que el grito sea ofensivo.
"Cuando se grita en los estadios, se tiene un doble sentido", dijo en entrevista a ESPN FC, Juan Jacobo Hernández, quien es fundador de la organización mexicana de derechos homosexuales Colectivo Sol. "Hay la interpretación festiva diciendo que los demás son imbéciles, torpes y no saben anotar, pero también es sexista".
Los orígenes del canto no son 100 por ciento seguros, pero la explicación más citada sugiere que es un fenómeno relativamente reciente, a diferencia de una tradición de larga data en el fútbol mexicano.
Se escuchó por primera vez en 2003, cuando los aficionados del Atlas dirigieron el grito a su ex guardameta Oswaldo Sánchez, que había dejado el club para Estados Unidos siete años antes y luego se trasladó a Chivas en 1999. La razón original detrás del canto - Se afirma - las declaraciones involucradas Sánchez hizo antes del partido sobre su corazón perteneciente a Chivas.
Mientras que los seguidores que sigue a la Selección Mexicana en Rusia han revertido la situación, queda por conocer lo que ocurrirá cuando México juegue ante grandes multitudes en la Copa de Oro en Estados Unidos o cuando se presenten los encuentros de clasificación para la próxima Copa del Mundo.
Una encuesta reciente de ESPN México reveló que el 69 por ciento de los aficionados seguirán uniéndose en el canto a pesar de las advertencias de la FIFA y las multas a la FMF.
Con México sumando esfuerzos con Estados Unidos y Canadá para asegurar la candidatura para organizar el Mundial del 2026, sería un momento oportuno para que el grito desaparezca. Las señales en Rusia hasta ahora han sido positivas, pero sólo el tiempo dirá si este es realmente el comienzo de su final. Hay pruebas más grandes por venir.
Con información de Tom Marshall, quien cubre la Liga MX y a la Selección Mexicana para ESPN FC