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Boca logró el primer objetivo

Barros Schelotto, conforme tras la igualdad de Boca en Montevideo. AP

BUENOS AIRES -- El manual de la Copa Libertadores dice que de visitante siempre hay que convertir un gol. Que es (casi) tan importante como ganar. Boca cumplió esa premisa: no solo anotó, sino que además se llevó de Montevideo un valioso empate ante el duro Nacional de Gustavo Munua. Ahora, empatando sin goles o ganando por cualquier diferencia estará en las semifinales.

Ojo, no será una tarea sencilla lograr la clasificación. Pese a que rescató un buen resultado, la paridad que se vio en el desarrollo del juego en el Parque Central seguramente se repetirá en La Bombonera.

Boca viene de superar a Cerro Porteño luego de sufrir mucho en su cancha, y pese a que de visitante había ganado 2 a 1. Sí, incluso, un mejor resultado que el de anoche.

Este Boca versión Barros Schelotto es otro Boca, mucho mejor al que dejó Rodolfo Arruabarrena hace pocos meses, pero está todavía en plena formación. Sufre la ausencia de jugadores clave para el mediocampo, sector donde hoy muestra más debilidades.

Sin Gago, Cubas y Lodeiro, con Erbes en un bajo nivel tras una larga lesión y con un improvisado Jara como volante central, el conjunto xeneize tiene un gran déficit tanto en la recuperación como en la creación.

Tampoco brilla por la solidez defensiva: los centros cruzados al área y las pelotas paradas siguen siendo una pesadilla. Y si bien por la izquierda con Fabra encontró un lateral con proyección y gol, por la derecha todavía hay dudas por el presente de Gino Peruzzi.

Arriba, depende mucho de Tevez, pero al menos puede ilusionarse con el regreso de Osvaldo, siempre y cuando, tras las declaraciones del ex Juventus y los confusos episodios vividos en la noche copera ante los uruguayos, el DT no decida postergar la presencia del polémico delantero.

Sin embargo, pese a las adversidades y al poco tiempo de trabajo del técnico, el equipo viene mostrando personalidad, voluntad y carácter para sacar adelante partidos difíciles, como son los de la Copa. Claro, no puede saberse si con esos atributos le alcanzará para meterse en las semifinales.

Nacional es un equipo con la clásica garra charrúa, que no brilla por su juego pero que está bien parado en la cancha y es difícil en cualquier campo. Más: de visitante, con espacios para aprovechar la velocidad de sus atacantes, mostró su mejor versión en este torneo. Así, por caso, eliminó al Corinthians en Brasil, y tratará de dar el batacazo en La Bombonera.

Boca sabe que está cerca de algo impensado hasta hace poco, cuando los resultados no acompañaban y hasta la clasificación a octavos estaba en duda.

Por eso, el partido que se viene será una final dentro de un semestre complicado. No sólo le permitirá meterse entre los cuatro mejores de América, sino que le dará aire para empezar a recuperar jugadores, para reforzarse de cara a lo que viene y para que el DT pueda trabajar, con más tiempo y aprovechando el receso por la Copa América, en lo que pretende del equipo.