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Las mejores definiciones de Boca y River

Sueño para algunos. Pesadilla para otros. Boca y River, River y Boca, se enfrentarán en un partido sin antecedentes: la final de la Copa Libertadores.

Será sin dudas un superclásico que quedará en la historia. Pero no es el primero que tiene frente a frente a los dos equipos más grandes de la Argentina.

En el plano internacional hubo festejos para los dos lados, con leve ventaja para Boca por 3 a 2, aunque River está arriba 11 a 5 en definiciones mano a mano. Repasemos algunos partidos históricos.

LAS "MULETAS" DE PALERMO

Uno de los choques más recordados fue el de la Libertadores del año 2000, cuando jugaron por los cuartos de final de la Copa. En la ida ganó River 2 a 1. La vuelta, en La Bombonera, fue especial. Boca ganaba 2 a 0 con goles de Delgado y Riquelme, hasta que entró en acción Martín Palermo.

El goleador xeneize venía de recuperarse de una rotura de ligamentos en la rodilla y Carlos Bianchi decidió hacerlo volver en ese encuentro. Cerca del final, el Titán, que sin fútbol oficial estaba muy lento, tomó la pelota en el área y clavó abajo, lejos del arquero, el 3 a 0 final. En la semana, Gallego, el DT de River, comparó a Palermo con Francescoli, quien ya se había retirado del fútbol, al decir: “Si ellos ponen a Palermo, yo pongo al Enzo”. Hubo delirio y emoción en una Copa que Boca, finalmente, conquistó.

LA GALLINITA DE TEVEZ

Por la Libertadores de 2004, esta vez en semifinales, se vivió otro duelo recordado. En la ida ganó Boca 1 a 0 con gol de Schiavi, en el día del "arañazo" de Gallardo, hoy DT de River, al Pato Abbondanzieri. En la vuelta, en el Monumental, Boca perdía pero lo empató con gol de Tevez, que fue expulsado por festejar haciendo los movimientos de una gallina. Nasuti sobre la hora llevó el match a la definición desde los 12 pasos. Y allí, el Pato Abbondanzieri se vistió de héroe: le atajó el último penal a Maxi López, para que luego Javier Villarreal pusiera a los Xeneizes en otra final copera.

LA ATAJADA DE BAROVERO

Por la semifinales de la Copa Sudamericana de 2014, el River de Gallardo se enfrentaba al Boca de Arruabarrena. En la ida, en cancha del xeneize, empataron 0 a 0 en un partido con pocas emociones. En la revancha, Boca tuvo una opción inmejorable para asegurar la serie: un penal a los 15 segundos de juego.

Lo pateó Gigilotti, y Barovero se vistió de héroe, atajando el remate del delantero xeneize. Después, Pisculichi clavó un golazo para el 1 a 0 que le dio a River el pasaje a la final. Luego, el millonario sería campeón. Fue el primer título de Gallardo como técnico.

LA NOCHE DEL GAS PIMIENTA

Una vez más, en 2015, River y Boca se vieron las caras, esta vez por los octavos de final de la Copa Libertadores. El xeneize venía invicto, como favorito, y River se había clasificado en la última fecha, entrando “por la ventana”. En la ida, los de Núñez ganaron 1 a 0. En el regreso, tras empatar 0 a 0 en el primer tiempo, un hincha de Boca, conocido como el "Panadero", les tiró gas pimienta a los jugadores de River que estaban saliendo a la cancha para la segunda mitad. El partido se suspendió y la Conmebol le dio el choque ganado a los millonarios. Para River, fue el día del “abandono” xeneize. Boca habló de “escritorio" riverplatense. Lo cierto es que River siguió adelante y luego conquistó la tercera Libertadores de su historia.

EL GOL DE SUÑE

La primera final que disputaron Boca y River fue en 1976, en la definición del Nacional de ese año. En cancha de Racing, el xeneize se quedó con un superclásico histórico. El árbitro del partido, Arturo Iturralde, había avisado antes del encuentro que si había un tiro libre, podía ejecutarse sin que él diera la orden.

Eso sí: la barrera, claro, debía mantener la distancia reglamentaria. A los 27 minutos del complemento, hubo una infracción para Boca cerca del área y Suñé la aprovechó: remató sin esperar el pitazo del juez y mientras Fillol acomodaba la barrera, clavó el balón en un ángulo, ante la sorpresa de todo River.

LA REVANCHA MILLONARIA

En marzo de este año se vivió la segunda final entre River y Boca. Fue por la Supercopa, partido único que reunía al ganador de la Superliga (Boca) y al campeón de la Copa Argentina (River). Boca llegaba mejor que el millonario, pero una vez más la mano del Muñeco Gallardo salió a la luz. El conjunto de Núñez golpeó en los momentos justos, y con goles del Pity Martínez y Nacho Scocco se quedó con el título. Fue, además, el partido que comenzó a consolidar a Armani como una de las grandes figuras de River, ya que el arquero fue clave para sostener el arco en cero.