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La mirada sobre los arqueros, en la previa, era clara: Armani era más que Rossi. Mientras el ex Atlético Nacional se consolidó como uno de los mejores del país y llegó a la Selección, el de Boca venía muy cuestionado. Y hasta había perdido el puesto. Sin embargo, en esta primera final, el 1 del xeneize estuvo a la altura. Y fue clave para que, en el primer tiempo, Boca no sufriera más goles. De entrada lo puso a prueba el Pity Martínez, con un tiro libre al ángulo que desvió de manera impecable. Luego, a puro reflejo le tapó un cabezazo a Santos Borré y más tarde sacó con los pies un remate que tenía destino de gol, otra vez del Pity. A Armani lo exigieron menos. En el primer gol de Boca le tapó un fuerte remate a Abila, pero no pudo en el rebote, donde con otro fuerte disparo al primer palo, donde él estaba parado, lo vencieron. Después mostró la solidez de siempre, hasta esa jugada del final que le tapó a Benedetto, donde le dio a River un empate que puede ser decisivo para lo que se viene. Para Boca, y para Guillermo, se presenta ahora un dilema: ¿seguirá Rossi como titular, o Andrada, ya recuperado, deberá ocupar su lugar? Una pregunta y una situación difícil para el DT. Al menos, sabe que Rossi le puede responder en momentos clave.
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