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La vida moderna de Roque

Roque enamoró a uno de los conversadores Getty Images

BUENOS AIRES --¿Qué está haciendo?
-Nada.
-¿Cómo que nada? Está empapelando la oficina con fotos de... ¿quién es ese?
-Roque Santa Cruz, el delantero paraguayo.
-¿Y por qué hace eso?
-Porque es sexy, ¿no le parece?
-¡No!
-¿Cómo que no?
-¡No puede empapelar la pared de la oficina con fotos de ese tipo!
-¿Y por qué no puedo?
-Bueno, porque... porque...
-Usted tiene en su pared una colección de tenistas rusas y nadie le dice nada y yo no puedo poner a Roque Santa Cruz en la mía...
-Pero es distinto.
-Claro que es distinto, sus pasiones son efímeras, duran lo que tarda en aparecer otra estrella en el firmamento deportivo. Mi amor por Roque, en cambio, es eterno. Mírelo, ¿no es lindo?
-Y sí, lindo es...
-Me alegro de que lo admita, no toleraría trabajar con alguien que no fuera capaz de admitir algo tan evidente.
-Aunque Beckham...
-No, ¿usted también?
-¿Yo también qué?
-Parece la dicotomía obligada. Aparece la cara de Beckham en el televisor, viendo el partido entre Estados Unidos e Inglaterra, y todo el mundo se acuerda de que Beckham es lindo, tiene lata, sabe patear tiros libres y está casado con Victoria. Pero su belleza es como la de sus tenistas rusas: no permanece, carece de peso, se disipa.
-¿Y Roque?
-Roque permanece, perdura, es un galán de perfil bajo y sigue siendo uno de los mejores delanteros del mundo. Cuando no está lesionado.
-Es que llegada a cierta edad los ligamentos piden tregua.
-No solo los ligamentos, créame, sobre todo si hablamos de Beckham y Roque Santa Cruz.
-¿Qué quiere decir?
-No, nada. Roque tuvo últimamente continuas y diversas dolencias que le impidieron mantenerse en ritmo los últimos meses, pero ya lo vio ayer contra Italia: maquillado, bien peinado y en forma. Digan lo que digan es nuestro hombre en Sudáfrica.
-¿Pero usted es paraguayo?
-Usualmente no, pero ayer sí que lo fui.
-Y yo que me lo imaginaba alentando a Italia...
-Pero por favor, ¿pero qué clase de imbécil se cree que soy? Antes prefiero alentar a Uruguay, a México...
-A Brasil...
-A Brasil...
-A Chile...
-Bueno, tampoco exageremos.