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El GPS bromista

JOHANNESBURGO -- La visita a Rustenburg no dejó muy buenos recuerdos. Dos días consecutivos de perder horas en la carretera y al final la estadística sólo registrará que México perdió 1-0 contra Uruguay y que clasificó de lástima a octavos de final de la Copa Mundial de Sudáfrica 2010.

Al final, esa comunidad minera que posee la más extensa riqueza de platino en el mundo no recordará como corean un gol los mexicanos, sólo sabrá que estuvieron por ahí cuando escuché el grito de "puuuuuuuuuuuu..." que se ha hecho famoso y ahora lo repiten incluso los aficionados sudafricanos, aunque no sepan qué significa.

Regresar en las noches desde Rustenburg ofreció panoramas africanos, de estrechas carreteras de dos carrilles, totalmente solas, en donde aparecía el temor pues no habría nadie a quien pedir ayuda en caso de alguna ponchadura o accidente.

Afortunadamente no sucedió nada, aunque en los regresos siempre buscamos evitar una de las zonas más marginales en las afueras de Johannesburgo, que en el día ya lucían peligrosas y en la noche... mejor ni investigarlos.

El pase por la Ciudad Rural de Johannesburgo fue una más de las bromas del GPS porque nunca como en Sudáfrica había encontrado un navegador satelital que encontrara las rutas más extrañas y complicadas.

De por sí el ir al lado derecho en el volante ya ha provocado algunos problemas en los enviados. Una llanta rota por golpear la banqueta del lado izquierdo es el menor de los ejemplos. Pero si a eso se le agrega un GPS que no ayuda, entonces recorrer Sudáfrica se convierte en un safari diario en donde no sabes qué sorpresas puedes encontrar.