<
>

Los records inútiles

No todas las limusinas son tan costosas para viajar en Johannesburgo AP

JOHANNESBURGO -- A una semana del partido final de Sudáfrica 2010 en Soccer City quedan varias opciones para emplear el tiempo. Una es viajar a Durban para la semifinal España-Alemania y otra sería ahorrar hasta el último centavo para llegar a la final en una limusina Maybach.

Porque la Copa Mundial tiene muchos records y no todos salen desde la cancha, algunos son tan extraños como el saber que en Johannesburgo se puede romper el récord de la renta más cara de un auto para ir un estadio, el Maybach Zeppelin que sería la envidia incluso de Joseph Blatter y por el que pagarías 40,000 rands, unos 6,000 dólares por un par de horas.

El único problema es que no te garantizan un pase de estacionamiento oficial, así que a menos que seas amigo de algún funcionario de FIFA más vale pensarlo dos veces antes de rentarla o la policía sudafricana no te dejará acercarse a Soccer City y al final tendrás que caminar como cualquiera que deja su auto en Soweto.

Pero esta Copa Mundial guarda otras batallas que también han ocurrido fuera de la cancha y en las cuales FIFA ha salido perdiendo.

El organismo emprendió una cacería impresionante contra la piratería y las marcas que compiten con sus patrocinadores oficiales.

De esta forma bloqueó que cualquier marca pueda poner publicidad en sitios cercanos a los estadios, para protección de sus marcas oficiales. Una conocida marca de ropa deportiva tuvo que recurrir a rentar un edificio en el centro de Joburg en donde proyecta la imagen de su marca.

Otra batalla la libró contra las cerveceras, para cuidar a su patrocinador Budweiser. La protección llegó a tal grado que en el primer partido de Holanda. la FIFA mandó a la policía a sacar de la tribuna a 36 holandesas que vestían un diminuto y entallado vestido naranja de lycra, argumentando que hacían publicidad a la Cervecera Bavaria, de Holanda.

Las 36 holandesas fueron fichadas como criminales y más de una abandonó este país temiendo ser encarceladas y el resto no volvió a usar el vestido, pero al final la FIFA le dio publicidad gratis a la cervecera holandesa.

Sin embargo el poder Joseph Blatter no ayuda a que Budweiser aumente sus ventas en este país, pues la marca estadounidense sólo tiene el monopolio dentro de los estadios.

A diferencia de Europa, en Sudáfrica sí se vende cerveza durante los partidos y desde el primer día le llamo la atención que todos subían con su botella a la tribuna, sin embargo las botellas cafés son de plástico y tal livianas que cuando están vacías no se pueden lanzar más allá de dos o tres metros.

Pero las botellas de plástico no le sirvieron a Budweiser para aumentar sus ventas en las calles, pues fuera del territorio FIFA ha perdido las batalla contra las marcas sudafricanas, como la Castel, la Amstel o la Black Label.

Mientas una Bud se consigue en unos 30 a 40 rands, unos 4 a 6 dólares, las cervezas locales cuestan entre dos y tres dólares y las cerveceras sudafricanas han anunciado que durante el Mundial estiman vender 30 millones de botellas y latas.