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El Miami sudafricano

Rumbo a Durban puedes encontrar hasta gacelas doradas para algún palacio morisco ESPNdeportes.com

JOHANNESBURGO -- Que rápido pasó el tiempo y ya casi ni recuerdo mi primera noche en Joburg. Perdido en el frío y desesperado por ir a acreditarme no tuve otra opción que pedir un taxi, pese a las estrictas medidas de seguridad que nos había impuesto ESPN.

Aquella primera salida del hotel ubicado totalmente al norte de la ciudad era una aventura africana que a fin de cuentas resultó demasiado civilizada. Un sonriente conductor de taxi me llevó hasta Soccer City y "solamente" me cobró 80 dólares, por el servicio en su Mercedes Benz.

No pude acreditarme. Eso ya lo platiqué en otro post pero finalmente la gente de ESPN sí me llamó la atención por tomar taxis y romper el manual de seguridad.

Después del regaño me anunciaron que el lunes tendría una camioneta para mí: "Llama temprano a "yandelanga", él será tu conductor".

La verdad por el nombre pensé que mi conductor sería alguna especie de guerrero zulu. Pero no. Jen De Lenge resultó ser un sonriente afrikan, con el que me he encontrado varias veces durante este mes, en diferentes recorridos.

Esta tarde el sonriente "yandelanga" fue nuevamente mi conductor de Joburg hacia Durban para ir a la semifinal España-Alemania y el camino fue largo, pues si algún piensas viajar con un afrikan sabrás que se siguen todas las reglas, empezando porque a las tres horas de recorrido el GPS marcó que era tiempo de descansar y sin pensarlo dos veces nos detuvimos media hora en una gasolinera rodeada por varios restaurantes para "descansar".

El trayecto de 600 kilómetros se hizo largo porque tuvimos que detenernos tres veces, entre descansos y cargas de gasolina (que no entran en el rubro de descansos) pero finalmente llegamos a Durban, conocida como el Miami africano y al menos por lo poco que he alcanzado a ver, tienen toda la razón.

Durban es un sitio a la orilla del Oceano Índico, con un delicioso clima templado pese a estar en invierno. Además es de las pocas ciudades en Sudáfrica en donde existe la población mestiza, pues aunque existe una minoría del dos por ciento, al menos se registra en los censos de este lugar una mayoría negra y con el 20% de su población de origen asiático y otra minoría blanca de apenas el nueve por ciento.

Lo más irónico es que de acuerdo a algunos portales de internet, Durban es una de las cinco ciudades más peligrosas del mundo para vacacionar. La verdad, creo que menosprecian otros lugares y no quisiera dar nombres, pero en Durban, como en cualquier otro país, la llegada de turistas con dólares siempre será un imán para ladrones.

La ciudad luce exageradamente limpia, al grado que vi al guardia de seguridad apostado afuera del hotel recogiendo cada una de las colillas de cigarro tiradas en la acera.

De hecho, la primera sorpresa me la llevé al llegar al hotel Pavillion pues efectivamente me recordó Miami Beach. Su fachada era la imagen del distrito Art Deco, afortunadamente los precios son moderados.

Esta noche Durban luce muy tranquila, pues todos están viendo la primera semifinal de esta Copa 2010 y festejando con Holanda, pero ya mañana podremos ver si el Miami sudafricano baila a ritmo de la Furia Roja y el vino de la Rioja, o adelantan el Oktoberfest frente a las costas del océano índico.