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La tregua africana

El Jabulani logró la unidad en un Continente marcado por sus diferencias históricas Getty

JOHANNESBURGO -- No fue su religión, ni sus problemas políticos o sociales lo que los unió. Finalmente el Continente Africano se unirá la tarde del 11 de julio de 2010, cantará con una sola voz y bailará en torno a Jabulani.

No serán sus raíces, sino su pasión por el fútbol lo que provocará que la noche del domingo en Soccer City se reunan los presidentes de 15 naciones africanas, sin ningún motivo político, sin presión alguna, simplemente por el placer de ver a Holanda y España buscando levantar la Copa FIFA.

Jacob Suma, presidente de Sudáfrica, será el anfitrión una tarde en la que estarán bajo el mismo techo líderes políticos que en más de una ocasión han tenido diferencias.

"Las guerras constituyen la visión dominante que tenemos de África. No cabe duda de que nos habla de una realidad del continente. Así, países como Angola, Burundi, el Chad, Congo Brazzaville, Liberia, la República Democrática del Congo (antes Zaire), Ruanda, Sierra Leona, Somalia, Sudán, se han visto sacudidos por cruentas guerras civiles. Algunas han visto, incluso, derrumbarse sus instituciones estatales. Otros como el Chad, Costa de Marfil, Kenia, Nigeria o Uganda se han visto afectados por conflictos violentos de menor intensidad. Conflictos que sin duda tienen un coste terrible para las sociedades africanas en términos de vidas humanas", señaló Itziar Ruiz-Giménez Arrieta, profesora de Relaciones Internacionales y miembro del Grupo de Estudios Africanos de la Universidad Autónoma de Madrid en la revista Pueblos.

Pero el domingo esas guerras civiles y territoriales no tendrán cabida cuando estén sentados codo a codo los líderes de Botswana, de Burkina Faso, de Burundi, de la Unión de los Comoros, de Djibouti, de Ghana, de Guinea, de Kenya, de Lesotho, de Malawi, de Mozambique, de Swazilandia, de Zambia, de Zimbabue.

Una noche en que el Arzobispo Desmon Tutu, Premio Nobel de la Paz, sonreirá en la suite presidencial de Soccer City pensando que los pueblos africanos han encontrado la unidad.

Todos ellos reunidos en torno a un balón, porque ni siquiera la eventual asistencia de Nelson Mandela podría juntarlos. Madiba no estuvo presente en la inauguración, por el fallecimiento un día antes de su bisnieta, y existe la posibilidad de que sí esté en la clausura, quizá entregando la Copa, como la entregó en 1995 al capitán sudafricano Francoise Pienaar, cuando los Springboks se coronaron campeones mundiales de rugby en un momento que marcó la historia de este país.

La historia de los Springboks llegó a las pantallas del cine con la actuación de Morgan Freeman interpretando a Nelson Mandela y también aparece en la lista de los invitados confirmados.

El fútbol en Africa es cuestión de estado, pero también de monarquías, pues estarán frente a frente la Casa Real de España, representada por la Reina Sofía, junto con el Príncipe Felipe y la Princesa Letizia; "enfrentándose" a la Casa Real Holandesa con su Príncipe Willem-Alexander y la Princesa Máxima, quien por cierto es de origen argentino.

En cuestión de monarquías también Alberto de Mónaco llegará con Charlene Wittstock para alegría de los paparazzis que buscarán la mejor foto para la portada de las revistas de sociales y la prensa del corazón.

Y sin duda que más de uno buscará el momento exacto en el que Alberto de Mónaco se encuentre con la modelo Naomi Campbell, quienes en algún momento la prensa rosa aseguró que mantenían una relación.

La noche del 11 de julio del 2010 será también la noche en que Sudáfrica recibirá otras estrellas que no brillan pateando un balón, como el tenor Plácido Domingo, la colombiana Shakira y a su lado Rafael Nadal, otra pareja que la prensa del corazón ha ligado en más de una ocasión.

La lista de invitados es extensa, pero llama la atención saber si entre las personalidades del fútbol estará presente el presidente de la UEFA, Michel Platini, quien el viernes se desvaneció mientras cenaba en un exclusivo restaurante de Johannesburgo y pasó toda la noche en el hospital, de donde fue dado de alta el sábado y se aseguró que estaba estable y listo para ver la final entre dos naciones europeas que abrirán una nueva página en la historia de los campeones mundiales.