MÉXICO -- El grito catalogado como homofóbico por FIFA se mantiene como una constante en los juegos de la Selección Mexicana en Estados Unidos, a pesar de un intento exitoso por evitarlo en el duelo frente a Jamaica en Denver.
En San Antonio, en el enfrentamiento ante Curazao, la afición azteca volvió a incidir en la acción que ha costado multas y advertencias de parte de FIFA, como ocurrió en la pasada Copa Confederaciones.
En la primera oportunidad que los mexicanos tuvieron para gritar ante el portero, la aprovecharon al máximo. No pasaron ni cinco minutos para el primer despeje del arquero de Curazao para que los seguidores del Tri gritaran en su contra y aplaudir después de lograrlo de manera general.
Antes del partido había expectación sobre si la acción se iba a repetir o sobre si se podía seguir la intención lograda en Denver de hacerla menos entre el apoyo de la gente. Al final, no pasó mucho tiempo para descubrir lo que pasaría.
Incluso después de ocurrido, los seguidores aplaudieron lo logrado y las siguientes ocasiones lo hicieron con más fuerza, algo que retumbó en el estadio al ser un domo.
Como parte de la misma diversión, entre los aficionados se empezaron a gritar de un sector de las gradas a otros. Fue una peculiaridad en San Antonio, debido a que ni siquiera era contra los jugadores de Curazao y si una especie de concurso entre la gente para saber de qué lado se gritaban con más fuerza.