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BARCELONA -- Luis Enrique cumplió en Valencia su partido número 100 como entrenador del Barcelona con los mejores números de la historia: 80 victorias, lo nunca visto, e igualando la mejor racha del club, que mantenía desde 2011 con 28 partidos consecutivos sin perder. “Cuando acabe la temporada te diré si ha servido o no. Está bien, pero hemos de esperar al final", se sonrió el entrenador asturiano cuando se le inquirió por esos 28 encuentros sin conocer la derrota. Y es que desde que perdió en Sevilla, en octubre, el Barcelona ha enlazado 23 victorias y 5 empates para catapultarse. "Ha costado. Hemos hecho todo lo necesario para ganar, aunque también es verdad que el Levante pudo haber marcado", admitió a regañadientes Luis Enrique, quien refiriéndose a esa igualada con los números de Guardiola repitió que "si ganamos títulos estará muy bien... Sólo son números". Números que no son poca cosa, por más que al técnico asturiano no le quiten el sueño: "Me interesan más los objetivos que esos datos", expresó un entrenador poco dado a valorar unas cifras que le colocan en lo más alto. El próximo miércoles, otra vez en Valencia, pero ante el otro equipo de la ciudad, buscará el Barcelona convertirse en el mejor en solitario de toda la historia alcanzando 29 choques sin derrota. Después del 7-0 de la ida y de haber puesto en liza este domingo a casi todas sus estrellas, se supone que Luis Enrique tirará de rotaciones en su plantilla. Lo que para algunos pondría en riesgo ese objetivo histórico, en el vestuario puede verse de diferente manera. El Barcelona se encontró con un colista respondón, al frente del cual Rubi (ex integrante del cuerpo técnico del club) intenta sacar adelante una situación dramática, por cuanto ya está a dos partidos de la salvación. Pero el Levante cumplió, sobradamente, en su intento de frenar a un campeón lanzado en el marcador. Y es que el Barça ya suma 10 victorias consecutivas, desde el 0-0 con que empezó el año en el campo del Espanyol. 34 goles en 10 partidos, esperando la final de Copa, mandando con sobriedad en la Liga y atento al Arsenal en la Champions. Esos son los objetivos de Luis Enrique. Mucho más allá de esos récords que alumbran sus estadísticas.
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