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Munir, el cuarto miembro rendidor de la MSN

BARCELONA -- Al cabo de 24 jornadas de Liga Luis Suárez volvió al banquillo. Desde la cuarta fecha, el 20 de septiembre, el uruguayo no se perdió ningún partido...ni ningún minuto en la Liga con el campeón. Pero no hubo alarma en el Camp Nou. Ninguna. Su lugar en el 11 lo ocupó Munir, quien respondió a la confianza de Luis Enrique con una más que convincente actuación, gol incluido, para reivindicarse como el cuarto hombre de la delantera, esa posición que desde todos los ámbitos se quiere reforzar al equipo.

Munir, de ‘9’, cumplió con la exigencia por más que el Getafe se mostrase como un rival entre mediocre y entregado, que se fue al descanso perdiendo por 4-0...A pesar del penalti fallado por Messi, una excelente parada de Guaita y dos remates al palo.

Vaya, que un 7-0 no habría sido ya entonces una exageración. En un sábado curioso, en que Luis Enrique decidió dejar fuera de la convocatoria a Sergio Busquets, junto al sancionado Mascherano, y en que Neymar protagonizó la noticia matinal al presentarse en la ciudad deportiva con veinte minutos de retraso, Luis Suárez se vio desplazado al banquillo de manera inesperada.

Al lado del charrúa se sentaron también Dani Alves y Rakitic, provocando que el Barça se presentase con una alineación inédita, con Mathieu acompañando a Piqué en el centro de la zaga, Aleix Vidal en el lateral derecho, Sergi Roberto de mediocentro con Arda en lugar de Rakitic y Munir junto a Messi y Neymar en la delantera.

Y de una u otra forma, con rotaciones aquí o allá, el Barça pasó con nota una nueva prueba, para alcanzar 12 victorias consecutivas en la Liga, 37 partidos oficiales sin conocer la derrota, la sensación de que además de equipo hay plantilla y, también, que Munir tiene ganado el derecho a permanecer en este Barcelona.

INTOCABLES

Siempre, todos, a lomos de ese descomunal Messi que se dio un nuevo atracón de fútbol en una nueva exhibición de poderío grupal.

El Getafe, un empate y ocho derrotas en sus nueve últimos partidos ni se atrevió a plantar batalla. Nunca. Munir puede aspirar a ser ese cuarto hombre a la sombra de los intocables y para dar descanso, muy de vez en cuando, a alguno de los dueños de la delantera, como ocurrió este sábado con Suárez.

Trabajó sin descanso a las órdenes del jefe (Messi, se entiende) y al lado de un Neymar que fue otro de los nombres de la jornada, primero por llegar con veinte minutos de retraso a la cita matinal de la plantilla en la ciudad deportiva y después por acabar con su mala racha ante portería.

Ney, goleador por duplicado y paciente ante las entradas, algunas hasta violentas, que sufrió de los defensas del Getafe, se divirtió en el campo junto a ese ‘10’ que sigue mandando, liderando y conduciendo a este Barça hacia la eternidad.