BARCELONA -- El Barcelona regresa a Vigo, escenario en el que el grupo de Luis Enrique encajó la pasada temporada su peor revolcón liguero en una noche de infame recuerdo para Ter Stegen.
Vuelve el alemán a Balaídos con el cartel de titular que entonces no tenía (jugó por lesión de Bravo) y no lo hará Messi, quien sí estuvo aquel 24 de septiembre de 2015, para enfrentar a un Celta que al cabo de un mes y medio de comenzar la temporada da ya síntomas de haber superado la marcha de Nolito al Manchester City.
Para el campeón de Liga el Celta no es un rival cualquiera. Al 4-1 del pasado curso en Vigo le antecedía un 0-1 en el Camp Nou en la temporada 2014-15 que significó la primera derrota del Barça de Luis Enrique como local, en lo que entonces fue un aviso después de haber caído en el Bernabéu.
Historias quizá lejanas pero que sirven de aviso en el vestuario azulgrana, que en los dos años anteriores sumaron al Celta, junto a Real Sociedad y Real Madrid, como rival más complicado en su cabalgar liguero. Y que este domingo amenaza con cortar la racha inmaculada que llevan los de Luis Enrique como visitantes.
El Barcelona, que ha ganado los cinco partidos oficiales disputados este curso lejos del Camp Nou, acumula ocho victorias consecutivas a domicilio, no perdiendo desde el pasado 13 de abril, cuando una derrota en el Vicente Calderón significó su eliminación en la Champions League.
CONTROL CONTRA VÉRTIGO
Último partido de una serie que se corta por la reaparición en el plano de la fase de clasificación para el Mundial, falta por ver qué decidirá Luis Enrique en cuando al once que presente porque cabe destacar que en las seis jornadas precedentes no repitió ni una alineación.
Intenso en su conjunto, bien posicionado atrás y eléctrico en ataque, donde Berizzo ha mantenido de alguna manera los esquemas que impuso Luis Enrique hace tres temporadas, el Celta opondrá una suerte de vértigo con el que plantar cara al juego de posición y control azulgrana.
La insistencia de Guidetti, la excepcionalidad de Orellana o Iago Aspas, el renacer de Rossi, la calidad de Wass y el crecimiento del colectivo se entiende como la razón de ser de un Celta que después de perder sus primeros tres partidos oficiales, ha enlazado cinco invicto con tres victorias consecutivas que han recuperado la autoestima en Vigo.
Ausentes Messi y Umtiti por lesión y teniendo en cuenta que el partido será el que cierre la jornada, por lo que el Barça conocerá ya los resultados de todos sus rivales (con Real y Atlético de Madrid en el primer plano), se supone que el entrenador azulgrana recuperará el dibujo habitual en su esquema, con tres delanteros y el retorno de Arda Turan al once ocupando el puesto de Alcácer.