BARCELONA -- El Valencia estrenará este sábado en Mestalla la etapa Prandelli, quien debutó con victoria en Gijón, con un duelo de alto voltaje, enfrentado a un Barcelona al que derrotó en su último enfrentamiento… pero al que no ha vencido en sus últimos diez partidos disputados como local.
No es un partido al uso, de esos que rellenan el calendario sin más, por cuanto al Barça visitar Valencia siempre le significa una prueba mayúscula y que este sábado será más difícil si cabe.
Lo será porque el campeón acude a la cita repleto de bajas y con Luis Enrique obligado tanto a mirar a su descarte habitual, Aleix Vidal, como a un jugador de la cantera, Aleñá, para completar la convocatoria.
La alarma se dibujó este viernes en Barcelona cuando el club azulgrana anunció las bajas de Arda Turan y Rafinha, lesionados por recibir sendos golpes de los que no se dieron detalles más allá de excluirlos de una lista de convocados en la que ya se contaba las ausencias de Piqué y Jordi Alba.
El Valencia, que fue capaz de arrancarle un empate en la última visita liguera del Barça a Mestalla, no suele ser un contrincante amable para los azulgrana. Fue el último que le derrotó la pasada temporada, en aquella crisis que estuvo cerca de convertir la temporada en un desastre y en esta ocasión, por impredecible, despierta muchas reservas en el vestuario del campeón.
“Nos enfrentamos a un Valencia desconocido por el poco tiempo que lleva Prandelli en el cargo. El orden defensivo y una buena colocación son sus señas de identidad”, destacó Luis Enrique advirtiendo el desconocimiento que, en el fondo, debe existir respecto al equipo valencianista, lo que aumenta, en teoría, las dificultades.
“Jugar en Mestalla siempre es complicado. Tiene una afición caliente y que empuja… No recuerdo ningún partido fácil allí” concretó el entrenador del Barça, contestando una sentencia que da idea de cómo espera Prandelli el partido: “Sufriremos, pero haremos sufrir al Barça”.
Es la idea del Valencia. Apretar los dientes y convertir Mestalla en ese territorio hostil para el equipo azulgrana, el primero de los tres aspirantes que saldrá al campo este fin de semana con la obligación ineludible de ganar para no verse amenazado con un descuelgue en la clasificación.
Con bajas, importantes y trascendentes, con el retorno a casa de Paco Alcácer y con la MSN al mando el Barcelona vuelve a un estadio donde, sea cual sea la realidad local, siempre se le espera con unas ganas especiales.