Fútbol Americano
Jordi Blanco | ESPN Digital 8y

Espanyol empató tras ir perdiendo 3-0; Reyes anotó en propia meta

Hundido al descanso, con un 0-3 incontestable, el Espanyol sobrevivió a base de empuje, que no de futbol, y acabó empatando un partido enloquecido ante el Eibar, gracias a un gol de Baptistao al minuto 92.

Desdibujado de entrada y hundido a la que encajó el 0-1, la primera mitad fue un drama absoluto para el equipo de Quique Sánchez Flores, quien pidiendo en la previa “pensar en positivo”, encontró una respuesta horrorosa por parte de sus jugadores.

Y es que cuando Diego Reyes remató sin querer un centro de Luna para poner el 0-2 en el marcador antes de llegarse a la media hora, el duelo se dio por finiquitado.

Antes, el Espanyol le puso ganas sin orden, con el futbol impuesto por Jurado y el peligro de Piatti y Leo Baptistao, pero se estrelló ante un rival ordenado, tranquilo e intenso que parecía esperar el momento oportuno y el Eibar, sin necesidad de imponer su ritmo, tuvo suficiente con aprovechar los regalos que le concedió la defensa periquita.

A los 23 minutos, el equipo vasco anotó el 0-1 aprovechando la poca fortaleza defensiva de un Espanyol en el que Demichelis no pudo tener un debut más desafortunado, no reaccionando al centro de Luna que Kike tocó lo justó para el remate a placer de Enrich.

Todavía aturdido por el gol e incapaz de controlar un centro del campo donde Inui ofrecía un recital, el Espanyol se arrodilló sin remedio al rematar Reyes con toda la mala suerte a su propia puerta otro centro de Luna, y antes de llegar a la media hora, colocaba un 0-2 terrible para la moral periquita.

De ahí y hasta el final del primer tiempo, el drama fue absoluto en los locales, mientras el Eibar disfrutó a lo grande, marchándose al descanso con otro gol, golazo, de Kike al borde del tiempo reglamentario después de que el árbitro, incluso, le perdonó un penalti clarísimo e innecesario a Demichelis en pleno desbarajuste.

LA RESPUESTA

Aarón y Hernán Pérez entraron tras el descanso en un intento desesperado de Sánchez Flores por recuperar al equipo y la respuesta llegó de la forma más inesperada. No a través del futbol sino de empuje.

El Eibar comenzó dominando con parsimonia y tranquilidad hasta que, rozando la hora de partido, un disparo ajustado de Víctor Sánchez despertó al Espanyol, al que poco después se anuló un gol por fuera de juego de Gerard que dio paso al arreón.

Así llegó el 1-3, con un disparo lejano de Hernán Pérez que, rozando en Lejeune, se alejó lo suficiente de la estirada de Riesgo para despertar la esperanza periquita, que se disparó con un remate de Piatti que se marchó fuera por poco antes de la explosión del 2-3.

Fue en el minuto 72 cuando el propio Piatti fue el más listo para rematar una jugada embarullada en el área. Lanzado el Espanyol, ahora era el Eibar quien remaba contra corriente, intentando no perder una victoria que tenía en la mano.

A partir de ahí, el futbol se convirtió en pelea. La de unos perdiendo el tiempo y rompiendo el ritmo como podían y los otros lanzándose con todo en busca del empate salvador.

Entre todo ello, Caicedo apenas estuvo 10 minutos en el campo antes de ser expulsado por dos amonestaciones en el 84 y con 10 jugadores en el campo, el equipo de Quique intentó evitar una derrota fatal. Y lo consiguió.

La lentitud de Capa y la poca intensidad de Lejeune permitieron a Baptistao llevar el balón hasta el borde del área, desde donde soltó un latigazo raso que sorprendió a Riesgo y ya en el minuto 92, salvó lo que algunos consideraron el primer match-ball de Quique en el banquillo.

El Espanyol sigue sin ganar en Cornellá, pero, por lo visto y por extraño que parezca, el 3-3 final acabó siendo un premio.

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