BARCELONA -- Aleix Vidal borró su sonrisa de un plumazo este viernes. El carrilero catalán, elogiado desde todos los ámbitos por su rendimiento el martes frente al Borussia Mönchengladbach, volvió a quedarse fuera de la convocatoria del Barcelona para el partido en Pamplona.
“Bienvenido al carro de la causa. Ha hecho un partido espectacular y ha mostrado un grandioso estado físico”. Así saludó Luis Enrique la actuación de Aleix en el duelo de Champions y con un descarte inverosímil le volvió a sacar del carro. Una decisión que nadie esperaba y que el futbolista recibió con una decepción especial.
De la noche a la mañana el Barcelona ya no buscaba un lateral derecho en el mercado de invierno; de sopetón el entrenador podría contar con Sergi Roberto como centrocampista y como por arte de magia ese Aleix Vidal derrumbado, invisible y hasta inútil para algunos se había convertido en un futbolista más en el engranaje azulgrana.
Sin embargo la realidad se empeña en ser tozuda con un jugador envuelto en un halo de misterio e incomprensión. Discreto como pocos, Aleix no ha querido ni tan solo lanzar mensajes a través de terceros, algo común en el deporte profesional, para mostrar descontento, lanzar indirectas a alguien o, ni tan solo, defender su profesionalidad.
La demostró, cuando tuvo ocasión, en Alicante frente al Hércules y lo repitió en el Camp Nou contra el Borussia. Su rendimiento primero y el elogio que le dedicó Luis Enrique invitaron a pensar que el ‘castigo’ había acabado y que el jugador había conseguido eso que alguna vez avisó el entrenador: “Hay jugadores que fueron capaces de dar la vuelta a su situación conmigo”.
Pero este viernes todo regresó a esa ‘normalidad’. En la rueda de prensa, estudiada a posteriori, ya dio el asturiano alguna pista cuando se le inquirió por la posibilidad de que el ‘regreso’ de Aleix Vidal pudiera devolver a Sergi Roberto al centro del campo. “Sergi Roberto nos da distintas posibilidades. Es un jugador comodín… pero este año está jugando de lateral derecho y seguirá de lateral”. Anunció Luis Enrique ante los medios.
Su explicación, seca y sin más, dio paso al cabo de una hora y media a una lista de convocados con 18 jugadores, sin Neymar ni Mathieu (lesionados), sin futbolistas del Barcelona B… Y sin Aleix Vidal, que acompañó en su descarte a Jordi Masip, el tercer portero.
En el juego de las adivinanzas jugársela con Aleix es imposible. Y con la misma velocidad que se añadían futbolistas a listas más o menos creíbles de futuribles para después ser borrados, ahora tocará volver al mismo juego.
“Es un futbolista más”, se traslada desde el club, negando que existan negociaciones para hacer ningún fichaje en esta posición durante el mercado de invierno. Pero esta última decisión de Luis Enrique no hace más que devolver a Aleix Vidal al túnel… Y provocará, seguro, que en las próximas horas regresen al plano los ‘sucesores’ que algunos coleccionan.