Otro cabezazo milagroso de Sergio Ramos en tiempo de compensación de gran trascendencia. Fue éste sábado en el Santiago Beranbéu para firmar la victoria por 3-2 sobre el Deportivo la Coruña.
El andaluz suma 63 goles con la camiseta merengue y más de la mitad de cabeza, pero pocos tan representativos con los que ha marcado en el último suspiro.
“Me quedan muchos años de fútbol, es mi mentalidad, mi manera de trabajar y para cuando me retire los que vengan por detrás les cueste superarme", señaló el defensa tras el encuentro.
El de éste sábado, desde luego, el gol que valió el título –como aquel célebre gol en Lisboa que ha acabado inmortalizado por los madrileños merengues en camisetas con la leyenda ‘minuto 93’–. Tampoco el del ‘honor’ como el que marcara la semana pasada, cuando en el último respiro salvó el empate 1-1 frente al Barcelona con el que el Madrid se afianzó en el liderato. Pero marca un momento significativo en la temporada del Real Madrid.
La victoria, además de mantener la distancia de seis puntos con respecto al segundo clasificado, extiende la racha invicta a 35 partidos con lo que el equipo de Zidane supera el récord establecido en la campaña 1988-89 por el Madrid de Hugo Sánchez y ‘la Quinta del Buitre’ en plena madurez dirigidos por Leo Beenhakker. Un equipo que terminó la campaña adjudicándose dos títulos, Copa y Liga, algo que el Real Madrid no repetiría en 25 años, hasta 2014.
Ramos, “con la misma fe de Raúl”, otro gran capitán merengue, subió a rematar en la última jugada a balón parado para mover montañas cuando al partido le quedaban menos de tres minutos de añadido marcando el gol 78 de su carrera, 45 de cabeza. Zidane, mientras, se aferraba a esa misma esperanza; a que alguien acertara a poner el balón al fondo.
“(Esperaba que marcara) Ramos, o Álvaro o Mariano… los que estaban a rematar. Pepe se sube también”, dijo el técnico que no quería poner al defensa sobre los demás y al final tuvo que admitir que el andaluz –el único miembro del plantel con el que el francés compartió la cancha- es “diferente”.
Para empezar, Zidane opinó que Ramos es un jugador sumamente complicado de marcar en las jugadas a balón parado.
“Tú lo puedes marcar, pero como es listo es complicado. Se mueve muy bien. El balón… el está donde tiene que estar. Tú lo puedes trabajar, marcar, pero es complicado marcarlo bien. Además los de la Coruña a balón parado son muy buenos, pero luego… Sergio tiene eso. Sobre todo en los últimos momentos”, dijo Zidane, que además de la pericia, destacó el carácter del capitán.
“Sergio es especial. No es la primera vez al último momento así. Es nuestro capitán y como muchos jugadores es el alma de este equipo y siempre demuestra que tiene carácter y nunca baja los bazos. Él lo tiene”, dijo Zidane, quien comparó a su jugador con la última leyenda blanca, Raúl, quien como Ramos en la actualidad “contagia” al resto y hace la diferencia.
“(La fe y el carácter) lo tienen los dos. Raúl en su tiempo era igual. Pensaba que se podía conseguir algo grande y ha sido importante en este equipo. Sergio es nuestro capitán y da energía a los demás. Sabemos el jugador que es pero además si te da ganas de dar todo en campo es lo que hacen después y nos ayuda”, dijo Zidane.
Ramos no podrá jugar en el primer partido de Liga de 2017 frente a Granada después de ver su quinta tarjeta amarilla, pero por lo pronto, puede irse al Mundial de Clubes con el resto del equipo pensando en que ha dejado la tarea hecha.