Fútbol Americano
Paola Núñez | ESPN Digital 7y

Atlético de Madrid acaricia las semifinales de la Copa del Rey

MADRID -- Atlético de Madrid dejó la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey prácticamente decidida gracias a la victoria por 3-0 sobre el Eibar cosechada este jueves en el encuentro de ida.

Durante 20 minutos, en el Vicente Calderón no se escucharon más que murmullos. En protesta por el cambio de escudo, los aficionados del Frente Atlético callaron, y con ellos, el resto de la grada, inusualmente despoblada, probablemente debido a la ola de frío que atraviesa la península ibérica, o el deslucido juego de los rojiblancos en los últimos partidos en casa. O ambos. Ese silencio que tanto inquieta al Cholo y sus hombres apenas era roto por exclamaciones ahogadas cada vez que el ataque rojiblanco llegaba a la puerta de Yoel sin poder sacar gran cosa.

Diego Simeone salió con el equipo más ofensivo posible; dos puntas, Griezmann y Correa, sólo un hombre en la recuperación en la media, Saúl, y puro galgo en la banda.

Pero tardó en ajustarse todo lo que la afición se tomó para empezar a animar. Carrasco, el más activo adelante en el arranque, vio la bandera levantada hasta tres veces en esos 20 minutos.

Pero aunque no lograban sacar gran provecho del domino, al menos servía para mantener ocupado al Eibar en defenderse. Tanto, que apenas lograron acercarse a Moyá en un par de ocasiones.

Poco a poco se fue acomodando el equipo local para llevar verdadero peligro al área rival, aunque necesitó de un par de jugadas a balón parado para romper el cero. La primera no salió del todo bien; Savic logró perforar la red de un cabezazo a un cobro de Koke, pero el árbitro anuló el tanto por posición adelantada. El segundo intento no falló, si bien Yoel colaboró activamente.

Otro cobro de Koke -- larguísimo, desde media cancha -- encontró abierto a Giménez en el área, quien nada más peinó el balón para dejárselo a Griezmann, que cabeceó a puerta vacía después de que Yoel saliera alocadamente para evitar que el defensa uruguayo tuviera contacto con el balón.

El guión no cambió demasiado después de que el francés pusiera el 1-0 en el marcador; aunque tal vez se vio a un Atlético más atrevido y dinámico, el Eibar evitaba a manera de lo posible verse sorprendido a velocidad. Los vascos mantuvieron el tipo hasta que bien entrada la segunda parte, llegó el momento en que les fue imposible frenar las carreras de Yannick Carrasco.

Después de recibir un pase largo de Filipe por la banda, el belga se coló en el área. Recortó a un par de defensas para poder disparar, pero ya no pudo con el tercero, que rechazó como pudo. No importó, Correa estaba atento para pescar el balón y con el arquero batido poner el 2-0 en el marcador.

El tanto fulminó anímicamente al Eibar, que no supo reaccionar a tiempo y cuando quiso, Simeone ya había enviado a Gameiro a refrescar al ataque y a Gabi a la media para asegurar la ventaja.

El tercero tardó poco en caer. Otra vez en una jugada a balón parado, algo extravagante. Un tiro de esquina de Koke que Giménez intenta rematar de un cabezazo; el balón le quedó a Griezmann, quien también de cabeza, lo deja para que Gameiro, muy cerca de la puerta, finalice la jugada con un testarazo más.

Con una cómoda ventaja para la vuelta y diez por jugar, Simeone envió su último cambio. Godín, que descansaba, entró por Nico Gaitán. El Atlético de siempre hizo entonces su aparición para echar el cerrojo y esperar pacientemente por el final aguantando los escasos embistes que el ánimo le permitió al conjunto vasco.

^ Al Inicio ^