BARCELONA -- Barcelona, Sevilla y Real Madrid, consecutivamente, se disputarán este domingo el liderato de la Liga, en un duelo indirecto y por triplicado en que los dos primeros jugarán a domicilio antes de que los merengues cierren en el Bernabéu.
Comenzará el Barcelona en Sevilla y frente a un Betis al que ha derrotado consecutivamente en los siete últimos partidos y en un Benito Villamarín en el que habiendo ganado sus últimos tres partidos ligueros es especialmente incómodo para el equipo azulgrana puesto que de sus últimas diez visitas solamente fue capaz de llevarse el triunfo en cuatro.
Esperando a conocer las rotaciones que decida Luis Enrique a la vista del partido de Copa que disputará el Barça el siguiente miércoles en el Calderón frente al Atlético de Madrid, el choque en el Villamarín se entiende clave en cuanto a la posibilidad que tendría de encaramarse aunque solo fuera de manera provisional al primer puesto…
O en el mejor, e improbable, de los casos por conseguir cerrar la jornada como líder por primera vez desde la jornada inaugural, aquella en que Messi dirigió el aplastamiento sobre el equipo que entonces dirigía Gustavo Poyet.
Apenas dos horas después de acabar el partido el Barça comenzará el suyo el Sevilla… En Barcelona y frente a un Espanyol al que le metió el equipo de Sampaoli seis goles en el estreno liguero y al que en caso de nueva victoria le supondría ascender al primer puesto.
Mientras alrededor del Espanyol se atiende a una carambola de mercado que devuelva a Sergio García al club, con el pase de Felipe Caicedo al Villarreal y de Alexandre Pato camino a China, en el terreno deportivo Quique Sánchez Flores, quien estuvo en la órbita del banquillo sevillista antes del fichaje de Sampaoli, perseguirá un triunfo balsámico ante las dudas que vuelve a despertar su proyecto en blanquiazul.
Pero el cuadro andaluz, que acabó con la racha imperial del Real Madrid y suma cinco victorias consecutivas en el campeonato desde su sorprendente derrota en Granada, se encuentra ante la posibilidad histórica de cerrar una jornada en el primer puesto si a su victoria ante el Espanyol no respondiera con otra el equipo de Zidane frente a la Real Sociedad.
El tres de marzo de 2007, en que derrotó al Barça por 2-1, fue la última vez que el Sevilla disfrutó en solitario del liderato de la Liga. Aquello sucedió en la jornada 25 de la temporada 2006-07 y el equipo que entonces dirigía Juande Ramos acabó el campeonato en tercer puesto, cinco puntos por detrás del Real Madrid de Capello, campeón por goal average, y del Barcelona de Rijkaard.
El domingo acabará en el Bernabéu, con la Real Sociedad de Eusebio Sacristán visitando a un líder herido, que solo ha ganado tres partidos de siete disputados desde que conquistase el Mundial de Clubs y, lo más preocupante, uno de los últimos cinco para quedar eliminado de la Copa del Rey y encender todas las alarmas con el recuerdo de los primeros meses de 2015 en el plano.
La visita de la Real al Bernabéu, de todos modos, es más preocupante desde un punto de vista de sensaciones locales que de amenaza visitante, por más que el equipo de Eusebio se haya convertido en uno de los más atractivos en juego este curso.
Los donostiarras, que solo han ganado 2 de los últimos 20 partidos disputados frente al Real Madrid, han perdido en sus últimas siete visitas al Bernabéu, donde no ganan desde el 23 de mayo de 2004 (1-4) en una estadística que sirve de consuelo, y ánimo, para un líder tan ocupado en las lesiones como en las sensaciones, malas, que sufre en las últimas semanas.