Fútbol Americano
Jordi Blanco | ESPN Digital 7y

Carlos Vela le gana el duelo a Diego Reyes

BARCELONA -- La Real Sociedad se catapultó a puestos de Champions y derrumbó la euforia de un Espanyol que soñaba con meterse en puntos europeos. Al cabo de tres victorias consecutivas, los periquitos se vieron frenados en seco, quizá de forma inmerecida pero víctimas de su poco remate.

El partido murió con polémica, con una retención de balón de Íñigo Martínez dentro de su área pequeña que debió castigar con lanzamiento indirecto el árbitro y que le habría dado al Espanyol la última ocasión para evitar el 1-2 final. Un final en el que sonrió el que mejor aprovechó sus ocasiones. O, casi, que más brillo sacó a su genio ofensivo.

Carlos Vela, que marcó por segundo partido consecutivo, abrió la noche con un excelente gol al que respondió poco después con una maravilla Hernán Pérez, driblando a dos defensores en la línea de fondo para sorprender después a Rulli. Igualado el marcador al descanso, el partido lo sentenció un trallazo de Illarra desde más de 35 metros, que congeló la mirada de Diego López y la de toda la animosa hinchada local.

La misma Real Sociedad que hace un año (el ocho de febrero) pasó como un tornado por Cornella con un 0-5 que encendió todas las alarmas del entonces hundido Espanyol, le quitó este viernes la ilusión a un equipo relanzado y que, incluso, da la sensación de rendir por encima de lo que diría su plantilla.

El conjunto donostiarra se demuestra trabajado y gusta de jugar el balón con criterio. Tiene calma y combina, sin prisa pero sin pausa, siguiendo la personalidad que le ha dado Eusebio Sacristán y que le ha dado para llegar a pensar en llegar a la Champions. De momento este viernes se acostó en cuarto lugar a la espera del partido entre el Atlético y el Celta.

Se podría interpretar demasiado el premio para el equipo donostiarra a la vista de un duelo equilibrado entre la combinación de la Real y la pelea del Espanyol, que apenas se decidió por esos golpes de genio concretos pero al equipo de Quique le faltó puntería.

Llegó bien al área de Rulli con la dirección de un renacido José Antonio Reyes, el toque de Hernán Pérez y el vértigo de Gerard Moreno... Pero a Caicedo, que pasó de tener pie y medio fuera del club a ser titular en diez días, no le llegaron los balones necesarios para mostrarse.

Y a partir de ahí podría argumentarse la derrota del Espanyol, que buscando igualar una racha de cuatro victorias consecutivas que no disfruta desde la primavera de 2009, se quedó congelado con esa inesperada derrota.

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