BARCELONA -- La Liga recobró, de sopetón, su interés. El Valencia derrotó al Real Madrid y la depresión se diluyó en Barcelona, donde se recibió el traspié merengue como si de una victoria propia se tratara... Que enterró de un plumazo las malas sensaciones que provocaron alarma en el partido frente al Leganés.
El barcelonismo vuelve a creer y en los medios de comunicación próximos al club azulgrana desapareció la crítica hacia el Camp Nou, sustituida por una suerte de calendario que se observa desde el optimismo, desmesurado para unos pocos, que devuelve al equipo de Luis Enrique toda la esperanza de cazar a ese Real Madrid derrotado en Mestalla.
El Barça tiene ahora marcado en rojo el domingo su visita al Calderón, donde el equipo de Luis Enrique conquistó la Liga en 2015 y pretende comenzar una recuperación a todos los niveles en 2017, desde las sensaciones hasta los marcadores.
Esperando cualquier traspié del Real, mirando su calendario inmediato y poniendo en el plano la dificultad que debería tener el equipo de Zidane en El Madrigal. El Madrid, que perdió la pasada temporada con un gol de Roberto Soldado, solamente ha ganado una de las últimas cuatro visitas al Villarreal, y cualquier tropezón, siempre que el Barcelona cumpla en el Manzanares, sería recibido con euforia.
A partir de este domingo y hasta su visita a San Mamés, el 19 de marzo, el calendario liguero le ofrecerá al Real Madrid una amabilidad, supuesta, en que el Barça está obligado a no ceder. Los de Zidane recibirán a Las Palmas y Betis y visitarán al Eibar, mientras el campeón visitará al Deportivo tras recibir consecutivamente a Sporting y Celta.
Calendarios, ambos, de bajo perfil con dos duelos de Champions de signo muy distinto, entre el colchón merengue en Nápoles y la urgencia azulgrana frente al PSG que podría, en cierta manera, tener su repercusión en el campeonato liguero.
El penalti, no celebrado , de Messi frente al Leganés ha acabado, de rebote, provocando la mejor noticia de las últimas semanas en el Camp Nou. Desde que se proclamó campeón del Mundo, el Real Madrid ha perdido tres de los doce partidos disputados y la sospecha de un desplome similar al que sufrió entre enero y marzo de 2015 (seis derrotas y dos empates en 17 partidos) es la esperanza que se hace hueco alrededor del Camp Nou.
La Liga está viva. Para algunos "más viva que nunca". Ahora falta por ver cuál será la respuesta del Barcelona a esta nueva realidad...