<
>

La apuesta imposible de Cruyff por el nuevo entrenador

BARCELONA -- Y Johan Cruyff… ¿Qué diría? ¿A quien señalaría como entrenador adecuado? ¿Qué opinaría? A raíz del primer aniversario de muerte del astro holandés estas son preguntas que se han repetido alrededor del Camp Nou. Y la respuesta, la que se supone desde diferentes ámbitos, no es, en absoluto, coincidente.

En 2003 Johan aconsejó a Frank Rijkaard por encima de Ronald Koeman y en 2008 apostó ciegamente por Pep Guardiola en detrimento de Mourinho. No se manifestó respecto a Tito Vilanova pero no ocultó su contrariedad con el nombramiento de Gerardo Martino. Y sin decirlo abiertamente, sí fue favorable a Luis Enrique.

Y ahora, ¿qué?

Desde que Joan Laporta ganó las elecciones en 2003 solo dos de los cinco entrenadores que ha tenido el Barcelona llegaron sin un conocimiento básico del club: Rijkaard y Martino. El holandés, sin embargo, lo hizo avalado por Cruyff y con un estilo muy propio del equipo azulgrana.

El Tata… Nunca llegó a comprender la personalidad arrolladora de un club en el que ni estuvo cómodo ni entendió, a pesar de que perdió la Liga en la última jornada y, no hay que olvidarlo, por medio de un arbitraje cuanto menos discutible.

A partir de la experiencia con Martino, al club, con Josep Maria Bartomeu a la cabeza, le provocan temor los experimentos por más que exista un respeto máximo e incluso elogio para técnicos como Jurgen Klopp, Massimiliano Allegri, Thomas Tuchel o Jorge Sampaoli. Porque, como dijo Jordi Cruyff, buen conocedor de la casa, “hay muy buenos entrenadores, pero pocos que puedan entrenar a este Barça”.

ADN

“En el pasado las cosas se hacían distintas. Se fichaba al entrenador de moda y se pretendía, con el resultado conocido, que el equipo se hiciera a él, nunca al revés” recordó no hace mucho Charly Rexach, probablemente aún mayor conocedor del club que Jordi.

Así podría hablarse de personalidades como Hennes Weisweiler, Udo Lattek, César Luis Menotti, Terry Venables o incluso Bobby Robson, con quien el entonces presidente Josep Lluís Núñez quiso romper de cuajo la filosofía futbolística implantada por Johan Cruyff.

Hoy, a partir de Guardiola y con el impase que supuso la aventura de Gerardo Martino, en el Camp Nou existe prácticamente unanimidad en considerar que el nuevo entrenador debe tener una premisa muy clara: respetar en la medida de lo posible el adn futbolístico azulgrana. Y otra, para muchos casi tan importante: conocer el qué, el cómo, el quien y el porqué del club. En pocas palabras, no llegar como lo hizo el Tata Martino.

La continudad que significa la apuesta favorita hoy en día la candidatura de Juan Carlos Unzué no genera, sin embargo, un apoyo absoluto e indiscutible y hay quien considera que sería más apropiada la llegada de un entrenador que no tuviera relación anterior con el grueso de la plantilla.

“Mi padre tenía las ideas muy claras” explicó Jordi Cruyff, lo que invita a pensar que en su genialidad personal e intransferible Johan bien pudiera sorprender con su apuesta. Si Rexach siempre hizo mención a ‘los jefes y los indios’ para trazar la separación entre cuerpo técnico y futbolistas habría que ver si con Unzué existe ciertamente.

La apuesta de Cruyff es hoy imposible de conocer por más que se pueda sospechar. Entre la continuidad y la renovación, Johan estuvo siempre más cercano a la revolución. Pero adivinarle es una quimera.