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La Real Sociedad examina la crisis del Barcelona

BARCELONA -- Derrotada en sus últimas 18 visitas ligueras a un Camp Nou donde no puntúa desde abril de 1995 ni gana desde mayo de 1991 la Real Sociedad, que busca un puesto en Europa la próxima temporada, se presenta este sábado ante un Barcelona en ebullición, donde nada es lo que parece y todo se sospecha agitado.

Llega a Barcelona un rival maldito y amable a la vez porque si en el Camp Nou es poco menos que un chollo, en San Sebastián se ha convertido en la peor de las pesadillas ligueras azulgranas, que han sufrido cuatro derrotas en las cuatro últimas visitas. Claro que la Real Sociedad, esta vez, es un problema añadido, otra maldita piedra que amenaza con caer en este alud que sufre el campeón, todavía, de Liga.

El derrumbe de Turín ha roto el encanto que pudiera suponerse en un Barça tan atado a la inmediatez que ha perdido todo su discurso; que ni juega ni compite y al que se le adivinan grietas de todo tipo en el vestuario.

Se jugará la Liga el que todavía es el equipo de Luis Enrique agradeciendo que la Semana Santa provoque que en el Camp Nou, probablemente, haya más turistas y menos habituales de lo esperado, por cuanto siendo fiesta desde el jueves y hasta el lunes la estampida a playas y montañas han dejado la ciudad semidesierta.

En otras circunstancias, seguro, el hincha, el aficionado, el abonado, habría hecho el esfuerzo de tomar el coche y acercarse a apoyar a su Barça… Pero alrededor del club, en el entorno azulgrana, sobrevuela la sensación de que este ha dejado de ser su Barça. Para muchos, al menos.

Señalar al banquillo ya no está prohibido de la misma forma que se multiplica la crítica a la plantilla y se empieza a dudar de algunos que se suponían intocables. Entre el debate del futuro el presente parece perder importancia, dándose por perdida una Liga que matemáticamente sigue al alcance por más que en las cinco últimas jornadas se hayan dejado por el camino dos derrotas (Deportivo y Málaga) imperdonables.

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Sin Javier Mascherano, que tampoco entrenó este viernes aquejado de dolores en el gemelo de su pierna izquierda, ni Neymar, que cumplirá sanción a la espera de que el club presente alegaciones para buscar una cautelar que le permita jugar el Clásico, el campeón quema el que se supone último cartucho entre reproches del exterior y del propio interior.

La última vez que la Real Sociedad arrancó un empate en el Camp Nou Eusebio, hoy su entrenador, jugaba en el Barça. Fue el 9 de abril de 1995 en que un gol de Imaz en el último minuto igualó el marcado anteriormente por Stoichkov.

Antes de ello, el 18 de mayo de 1991, con el Dream Team ya campeón, el equipo donostiarra venció por 1-3 con un doblete del legendario John Aldridge.

Pero desde 1995 y hasta hoy, cada visita liguera txuri-urdin al estadio azulgrana se ha saldado en derrota. Son ya 18 consecutivas con un saldo goleador de 51-7 favorable para un Barça que teniendo en Anoeta un campo maldito (cuatro derrotas consecutivas y seis visitas sin ganar) le supone un alivio cada encuentro en casa ante el conjunto blanquiazul.

Hay quien ya lo da todo por acabado y hay quien se agarra a las matemáticas, los milagros y las utopías para seguir soñando. O, al menos, para seguir contemplando posible cerrar la temporada y la era Luis Enrique con un buen sabor que, ahora mismo, se contempla muy difícil.

La Real Sociedad puede ser solo un paso en el camino o provocar el final, definitivo, de ese camino.