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MADRID -- Gareth Bale se perderá con toda seguridad el partido del miércoles del Real Madrid ante el Deportivo La Coruña y a falta de las pruebas médicas a las que será sometido el martes por la mañana para conocer el alcance de la lesión, podría estar en duda, incluso, para las semifinales de la Champions League ante el Atlético Madrid. La dolencia por la que Bale dejó el Clásico Español no tiene nada que ver con la lesión anterior; algo que exime al técnico Zinedine Zidane por haber adelantado el regreso del galés a la cancha. Bale tuvo que dejar el partido del domingo por una lesión en el sóleo izquierdo, la sexta en la zona desde que llegó al club en 2013. En cuanto el galés pidió su cambio a los 36 minutos de iniciado el encuentro, empezaron a lloverle críticas a Zidane por su empecinamiento en alinear a un hombre que probablemente no estaba listo luego de perderse los últimos dos partidos ante Bayern Munich y Sporting por lesión. Ya son 17 ocasiones en que Bale ha causado baja por lesión en cuatro temporadas; ocho en la zona de ambos sóleos, ya sea traumáticas o, como parece ser en este caso a falta de pruebas médicas, musculares. Nada más en lo que va de esta temporada, el jugador de 27 años se ha perdido 25 partidos de 51; casi la mitad de los que ha disputado el equipo merengue hasta este momento. De estas, solo ha causado baja por sanción (dos) o decisión técnica (tres) en cinco ocasiones. Fue baja en encuentro de la jornada cuatro frente al Espanyol por un problema en la cadera, pero lo crítico vino después, cuando sufrió una luxación en el tobillo derecho mientras disputaba el encuentro de Champions League ante el Sporting de Lisboa el 22 de noviembre. El jugador fue sometido a una operación que lo dejó fuera de las canchas durante tres meses, perdiéndose 17 partidos, incluido El Clásico de la primera vuelta, la ida de los octavos de final de la Champions League ante el Nápoles y la participación entera del Real Madrid en Copa del Rey y Mundial de Clubes. A su vuelta, a mediados de febrero, apenas disputó nueve partidos antes de volver a caer por un problema en el sóleo de la pierna derecha. Consecuencia, según dejó ver Zidane, “de la cicatrización” tras su operación. Cumplió dos partidos de sanción ante Eibar y Betis, y descansó dos jornadas después, en el encuentro frente al Leganés.
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