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Osasuna, la primera final del Barcelona

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BARCELONA -- La Liga vuelve al plano en una jornada intersemanal que se aventura apasionante tras la disputa de un Clásico que recolocó al Barcelona en la pelea por un título que el Madrid no supo sentenciar… Y que provocará que este miércoles todos los ojos se fijen en el Camp Nou… Y Riazor.

Sin margen al error, agotados todos los que se pudieron cometer, en el vestuario azulgrana existe el convencimiento de reeditar el título si se ganan los cinco partidos que le restan hasta el final del campeonato. El golpe moral infringido a los de Zidane y el calendario que viene por delante ofrece ese optimismo renacido en el Camp Nou.

De momento el campeón recibe a un Osasuna virtualmente descendido y al que una derrota, combinada con un triunfo del Leganés, condenaría ya oficialmente a la Segunda División. Todos los pronósticos favorecen a un Barcelona que ha ganado sus últimos nueve partidos ligueros en el Camp Nou y que no puede desaprovechar el tirón. Colocado en su última misión, está en el momento definitivo.

Una tarde, otra, sin Neymar y con el barcelonismo reenganchado a la ilusión, quien sabe si por última vez, por pelear una Liga que empieza a asemejarse a la de la pasada temporada, pero con los papeles cambiados. Hace un año, la grave crisis de abril (tres partidos perdidos consecutivamente) obligó al Barça de Luis Enrique a ganar los últimos cinco para asegurarse el título ante la presión que le supuso el acelerón del Madrid, capaz de enlazar doce triunfos y que mantuvo hasta la última jornada la esperanza.

Curiosamente el curso pasado lo acabó el equipo de Zidane en La Coruña, allá donde jugará este miércoles, sentenciando su triunfo con dos goles de Cristiano Ronaldo, señalado ahora después de ese Clásico en el que Messi le dejó en evidencia en ese cara a cara eterno entre los dos astros mundiales.